A brindar. Ayer se festejó en San Juan el Día Nacional del Vino con diferentes actividades y con la presencia de funcionarios nacionales, como es el caso del ministro de Agricultura, Julián Domínguez, quien prometió asistir a los productores con 100 millones de pesos, una suma que, con el tipo de dólar MEP, representa unos 490.000 dólares.
Si bien se trata de una cifra que ni siquiera alcanzar para adquirir una cosechadora nueva, Domínguez aseguró que el “aporte adicional” estará disponible “antes de fin de año por 100 millones de pesos para que se pueda asistir a los productores; las demandas de los productores son nuestras demandas, somos servidores públicos”.
Un comunicado oficial, en el cual Julián Domínguez y el gobernador sanjuanino Sergio Uñac aparecen sonrientes, destacó que ambos inauguraron obras del proyecto de “Mejoramiento del Sistema de Riego del Canal General Benavídez-9 de Julio” que se realizó con inversiones del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap) dependiente del Ministerio de Agricultura nacional.
“Los trabajos mejorarán la cantidad y calidad en la entrega del agua para riego y el manejo general de los principales cultivos de la zona. También permitirá una adecuada gestión del recurso hídrico en forma integral y una eficiente operación y mantenimiento del sistema de riego en el área centro del Valle del Tulum”, aseguró el auspicioso comunicado.
Pero lo cierto es que los productores de la zona no gozan de tanto optimismo, especialmente porque en San Juan hace tiempo que la sequía está pegando duro debido a la falta de nieve en las zonas de montaña, lo que reduce la disponibilidad de agua en los diques y, por extensión, en los canales de riego.
“Hacer una perforación a un privado le cuesta 10 millones de pesos, pero al Estado, al que todo le sale más caro, le cuesta 30 millones”, disparó Eduardo Garcés de la Federación de Viñateros de esa provincia.
“Los funcionarios provinciales nos dicen siempre lo mismo: que los diques están secos, como si no lo supiéramos. Lo que necesitamos es que se hagan las obras de bombeo y electricidad para sacar el agua de la napa”, apuntó a Bichos de Campo.
El productor indicó que el agua está entre 15 y 30 metros de la superficie del suelo y que, según informes del Instituto Nacional del Agua (INA), es perfectamente extraíble.
Garcés explicó que hay “entre 15.000 y 30.000 hectómetros de agua extraíble en el Valle de Tulúm, cuando por año se necesitan en la zona sólo 500, pero eso no se hace porque la burocracia no lo permite; entiendo que no hay otro motivo porque en muchos casos ya hay bombas a disposición y además no se trata de inversiones importantes”. Y agregó que en la región hay unas 40 perforaciones, algunas de las cuales fueron motorizadas por las autoridades, “pero se requieren de un total de 300 en funcionamiento”.
Por la falta de agua, muchos productores están regando las fincas una vez al mes, cuando deberían hacerlo cada quince días; así las cosas, se espera una fuerte merma en la productividad de la próxima vendimia. “Esto debería haber estado para ayer, no para mañana”, se quejó el dirigente rural, quien explicó que además es necesario “llevar el agua a Caucete, son 30 kilómetros, porque allí al pie del centro no se puede perforar, ya que es roca viva. También se requiere llevar agua a 25 de mayo, donde la disponible es muy salina”.
Informe: Sofía Selasco