El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) convocó este jueves a la Comisión Nacional Avícola para comenzar a discutir, dentro de un sector dividido entre productores de huevos y productores de carne aviar, la posibilidad de comenzar a vacunar contra la Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP).
Luego del papelón protagonizado por Senasa en un par de granjas avícolas donde supuestamente los análisis clínicos daban positivo sobre la enfermedad pero no había signos clínicos, el organismo apuró esta discusión en busca de otras estrategias que eviten los sacrificios masivos de aves. Pero la posibilidad de vacunar a todos los pollitos que ingresen a producción parece lejana todavía y debería ser consensuada con otros países en el marco de la Organización Veterinaria Mundial.
Por lo pronto, la reunión de la Comisión Nacional Avícola fue liderada por la presidenta del Senasa, Diana Guillén, y la directora nacional de Sanidad Animal, Ximena Melón. Hubo representantes del INTA, del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA); de la Facultad de Ciencias Veterinarias de La Plata, y otras instituciones vinculadas a la cadena.
Un comunicado oficial que da cuenta de la reunión no blanqueó que hay distintas posiciones en el negocio avícola sobre la decisión eventual de comenzar a vacunar, porque mientras los productores de huevos prefieren esa opción para evitar el sacrificio de miles de ponedoras, los frigoríficos de carne aviar temen sufrir restricciones en sus exportaciones en caso de aplicar ese medicamento, como ya sucedió con la fiebre aftosa en el sector bovino.
“La vacunación es un tema sensible y el Senasa comprende la preocupación particular de cada sector. Es necesario hacer una evaluación técnico-científica de la información disponible y de las experiencias de todos los países que desde hace varios años están sufriendo las consecuencias de la presencia de la enfermedad”, expresó Guillén, sin tomar una posición.
Durante el encuentro, profesionales del Senasa expusieron sobre los diferentes tipos de vacunas existentes en el mundo, las experiencias en los países que mantienen un calendario de inoculación y las etapas necesarias de un proceso de evaluación de vacunas. También se analizó en la reunión los requisitos sanitarios que establecen algunos de los mercados donde Argentina exporta sus mercancías aviares.
Por lo pronto, según se informó, “se avanzó en la conformación de un equipo de trabajo integrado por el sector privado y los organismos técnicos, que tendrá la misión de confeccionar un documento de diagnóstico que evalúe los riesgos y beneficios de una posible vacunación contra la enfermedad, con el objetivo específico de poder delimitar una estrategia de inoculación”.
Melón, la directora nacional de Sanidad Animal del Senasa, agregó que mientras tanto se puede gestionar la aprobación local de algunas de las vacunas disponibles, aunque aclaró: “Avanzar con el protocolo de registro de la vacuna no significa usar la vacuna, sino tener avanzado el registro para que, llegado el momento, si se toma una decisión se pueda accionar rápidamente”.
En los próximos días, una delegación del Senasa asistirá a una nueva cumbre internacional de la OMSA para poder debatir acerca de las estrategias para el control del virus en la Argentina y conversar sobre las condiciones sanitarias de los socios comerciales. Según Senasa, la premisa será “sostener las exportaciones de productos avícolas”.