El 24 de julio pasado el Gobierno Nacional implementó el Impuesto PAÍS, que grava con el 7,5% las importaciones. Según AFIP, este es un impuesto “a la compra de moneda extranjera para la promoción y financiamiento de la inclusión social”.
Junto con esta medida se conoció una lista de productos exceptuados, que no incluye a los insumos para la producción agropecuaria, dejando bajo la órbita del pago obligatorio a dichos productos.
Esto generó una parálisis en el mercado de agroquímicos luego de conocerse la medida y las excepciones, además de subas en los precios de lista que se ofrecen a los expendedores y por ende al productor. En algunos casos, como el glifosato, esas subas rondaron el 20%, como confirmaron a Bichos de Campo días atrás representantes del sector.
Por estas horas, los que alertan por dificultades en el correcto suministro y sus precios, son los distribuidores de insumos de la provincia de Buenos Aires. La cámara que los nuclea, CEDASABA, expresó mediante un comunicado esta situación: “Luego de la publicación de las mismas, el efecto de desconcierto fue inmediato. Las grandes adelantadas fueron las empresas comercializadoras y productoras de fertilizantes, ya que desde principios de julio se comportaron muy cautelosas. Además, la sensibilidad, necesidad y formas de comercialización que tienen, para ellos es bastante sencillo poner todo en pausa”.
Sobre esto, los bonaerenses describen: “Si bien hoy podemos ver que la cadena de oferta no está cortada, el suspenso dado por la inestabilidad hace que en el actual escenario, siempre esté a punto de suceder algo nuevo: no proveen la totalidad de la cantidad demandada por el mercado, y siempre hay dudas de que en cualquier momento la canilla se cierre”.
Desde la cámara de distribuidores explican también venían registrando precios bajos por los excedentes –carry- producto de la sequía y los valores de las materias primas en China para la elabroración de fitosanitarios. En ese sendero, los precios bajaban. “Por ende la oferta y los precios no se vieron alterados”.
“A partir de un cambio de tendencia en las cotizaciones en China, que desde CEDASABA, a través de diferentes medios fuimos informando y comentando, los precios revirtieron su tendencia. Esto sumado al Impuesto País hizo que las empresas corrijan sus listas de precios en su gran mayoría entre un 7.5% y un 10%, dependiendo del producto. El glifosato por ejemplo, fue mucho más alta su corrección. Igualmente y ante el desconcierto reinante, la oferta también se ve afectada porque la normativa no es clara y ese impuesto que además es retroactivo, podría llegar a subir hasta el 30%”.
Este último punto esgrimido por CEDASABA muestra la mayor preocupación del sector por estos días, dado que es el propio Ministerio de Economía quien puede elevar el impuesto que ahora está establecido en 7,5% a 30%. Y el contexto no ayuda, dado que ante el proceso electoral y la alta de demanda de estos productos por la estacionalidad hacen que nadie arriesgue nada hasta no tener claro el horizonte.