Argentina produce nuez pecán de calidad y las exportaciones de dicho producto hoy no encuentran techo. Ese resumen conceptual está extraído de lo que fueron las “Jornadas del Clúster del Pecán”, en la ciudad de Concordia, donde participaron del evento más de 200 actores de la cadena, conformada por productores, viveristas, prestadores de servicios, técnicos, procesadores, elaboradores y comercializadores de este cultivo, tanto de Argentina como también de Brasil, Uruguay, México y Estados Unidos.
En la ocasión, Diego Milanich, de la empresa Delta Berries SA, una de las primeras exportadoras nacionales de pecan, contó cómo se comenzó a exportar en la Argentina y las chances a futuro.
De acuerdo a lo que explica, su compañía tiene un know-how exportador habiéndose iniciado con arándanos y, por contar con maquinaria de acondicionamiento de nuez con cáscara, ingresan al mundo del pecan. En eso la provincia de Entre Ríos es clave: “En el año 2014 se exportaron uno o dos contenedores que generamos, y así continuamos por cinco años, hasta que empezó a manifestarse el volumen”, comentó Milanich a Bichos de Campo.
“Conceptualmente la nuez en Argentina se plantó para exportar. Es muy notorio”, destacó, comparando con Brasil, que empezó abasteciendo el mercado interno y después exportó.
“Nosotros, a sabiendas que el mercado interno acá es muy limitado, y es un producto que cuesta asimilarlo, las plantaciones fueron de productos para exportación, y así fue desde el primer día. Creo que la mayoría de los productores, su producción la han vendido todos estos años para exportación”, añadió.
China es la gran aspiradora de nuez pecán, pero su mercado tiene particularidades. Las nueces llegan a China a través de Hong Kong, Tailandia o Vietnam. El gigante asiático recibe el 75% de la producción argentina. Fruto del conflicto con Donald Trump, China cerró su frontera y “caímos en la volteada”, lamentó Milanich.
“China es el mayor comprador de nuez con cáscara del mundo. Diría que, en volumen, China estaría comprando un número de 100 y el comprador que le puede seguir tal vez compre 5”, referenció.
Mirá la entrevista completa con Diego Milanich:
China tiene también, dentro de su enorme mercado, un altísimo consumo de nuez craqueada y saborizada. A la nuez con cáscara le hacen un proceso de sanitización, y después simplemente apenas la quiebran. “Al chino culturalmente le gusta comer así el producto, romperlo y quebrarlo”.
Argentina tiene el inconveniente de tener que ir a China por canales alternativos. Eso reduce enormemente la cantidad de compradores, porque los que desarrollan esos tipos de canales son muy limitados. “Tenemos la expectativa que el año que viene, si logramos esa apertura, realmente va a ser un hito para la venta de nuez, porque por primera vez vamos a sentarnos en la mesa de los grandes compradores”, señala Milanich.
Las trabas para comercializar la nuez con cáscara con China favorecieron la inversión en tecnología para pelar la nuez: “Cuando salimos a comerciar nuez pelada, gratamente nos encontramos con que el producto fue muy bien recibido en la mayoría de los mercados”, Medio Oriente, Rusia, entre otros. “A la vez, esos mercados, tienen menores exigencias de certificación, de tasas de calidad, que en una primera etapa es muy importante”, narró el exportador.
“El periodo de aprendizaje en la producción de un producto nuevo es muy importante y más si va acompañado del tipo y nivel de exigencia tiene el comprador. Cuando puedas ir a los mercados de primer nivel, ya hiciste el bagaje de experiencia. La realidad es que el producto nuestro es totalmente aceptado y estamos dentro de los valores de mercado”, comentó.
Durante la época de mayor restricción por la pandemia de Covid, bajaron los precios de los frutos secos. Sin embargo, la nuez de pecan fue la única que mantuvo su valor y hasta subió. “Es un producto que está creciendo en la consideración del consumidor. El tema es que es de lenta producción, de lenta reacción. Para que un árbol entre en plena producción necesita 12 o 15 años. La reacción que puede haber a nivel mundial de generar un polo productivo es lento”.
“Argentina primero empieza exportando nuez con cáscara. Hace cuatro años empieza a exportar nuez pelada porque se adquiere la tecnología para poder hacerlo. Hoy Argentina cuenta con una capacidad de pelado muy importante”, resaltó.
Estas particularidades, al tratarse de una producción diseñada para la exportación, abren posibilidades tranqueras adentro, ya que hace que el productor pecanero argentino tenga conceptos de calidad, de inocuidad, de producción, de variedad, con toda la exigencia del mercado. “Nació y crece con esa experiencia”, remarcó como plus valor. A pesar de todo, Argentina no cuenta con un protocolo sanitario para entrar a China (el mayor comprador mundial) y se estima que estará subsanado para 2024.
Con respecto al crecimiento que el pecán puede tener en el mediano plazo, Milanich no duda y asegura: “La producción va a crecer exponencialmente. Hay muchas plantaciones que todavía no han entrado en producción, de hecho, los viveros, tanto los más importantes de Concordia como de Tucumán, trabajan a pleno todo el año. Se dice que están generando un promedio de 800 hectáreas anuales nuevas y, si estamos hablando que algunas variedades empiezan a los 5 años a dar algo, otras a los 7, más o menos entre 10 y 12 años un productor puede tener un volumen importante ya para producir”.
Estados Unidos y México son los grandes productores a nivel mundial, seguidos por Sudáfrica, y después se ubica el tándem Argentina, Brasil y Uruguay. “Sudáfrica nos debe llevar unos diez años”, ejemplificó Milanich, mensurando el escenario global de evolución.
Delta Berries todavía está comercializando nueces de la cosecha del año pasado. Aún tiene pendiente ventas de 2022. El volumen de exportación este año puede estar en las 1200 toneladas, equivalente a nuez con cáscara. Para un kilo de nuez pelada mínimamente se necesitan dos kilos de nuez con cáscara.
Para concluir, Milanich aseguró que el pecán es un producto muy noble. Con cadena de frío, envasado al vacío, las nueces pueden tener dos años de vida útil. Bajo esa circunstancia, Estados Unidos y México (los mayores productores y con muchos años produciendo) van rotando stock constantemente y ofrecen un producto que tiene un año, un año y medio de cosecha. “Eso todavía no lo percibe el comprador y es parte de lo que creo que vamos a tener que empezar a trabajar”, explicó.