Mientras en Argentina la producción de soja viene cayendo de forma sistemática, en Brasil se espera este año una cosecha récord que podría llegar a las 160 millones de toneladas, el triple de lo que se produce Argentina en un año normal y más de seis veces de lo que cosechará este año.
“Ya no podemos competir con Brasil, nos pasó por arriba, porque son más grandes”, dijo el consultor de Novitas, Diego de la Puente, quien agregó que “estamos ante un ‘fenómeno’ desde el punto de vista de la producción agropecuaria y de los agronegocios”.
De la Puente destacó el ritmo de crecimiento que tuvo la producción de la oleaginosa en el país vecino y los motivos que la impulsaron, que ayudarían a que la tendencia siga firme “Si tomamos los últimos cinco años, su cosecha pasó de las 120 a las 155-160 millones de toneladas, mientras que en esos mismos años Estados Unidos pasó de 120 a 115 millones”, explicó.
Escucha la entrevista completa acá:
El especialista en mercados agrícolas destacó qué variables influyen en el crecimiento de Brasil. En primer lugar, indicó que los productores no se ven limitados en el desarrollo de su actividad por las políticas contrarias al sector, como sucede en la Argentina, por ejemplo, con los derechos de exportación y las intervenciones de mercado. Tampoco tienen problemas macroeconómicos como el desdoblamiento cambiario y la alta inflación.
Indicó que en Brasil se considera al sector agropecuario y agroindustrial como estratégico para su desarrollo económico, por lo que las reglas de juego no se alteran, gobierne quien gobierne. Además, hay políticas de estímulo y financiación para las inversiones en el rubro.
Eso también sucede en Estados Unidos, donde a los productores se los protege con seguros de cobertura ante eventos climáticos desafortunados.
“Sucede que en Brasil además hay fondos de inversión con mucha capacidad financiera”, sostuvo el analista, que son los que empujan el crecimiento del área agrícola en regiones por conquistar y realizan grandes inversiones en tecnología.
“Tenés las zonas de Mato Grosso y de los Cerrados, donde hay cerca de 80 millones de hectáreas que se pueden transformarse en agrícolas sin tocar un solo árbol del Amazonas”, detalló.
De la Puente comentó que en esas regiones se puede invertir para desmontar una parte de la superficie: “Se puede adquirir un campo, desmontar el 70% y dejar el monte en el otro 30%. Eso ayuda a que crezca el área. Además, hay que agregar que cuentan con mejoras tecnológicas en semillas que aquí no hay, eso también juega”.
En este contexto, el consultor consideró que “lo inteligente sería entender en toda la región Mercosur que el líder es Brasil, y que el resto debe sumarse a ese liderazgo para generar ese polo exportador mundial de alimentos con políticas alineadas y con mercados de futuros en común, que reflejen lo que pasa en Sudamérica. Y dejar de tener a Chicago (CME Group) como único mercado de referencia”.