La crisis mundial por el Coronavirus está generando múltiples impactos en la economía global y en la vida de las personas, y si bien el ámbito agropecuario está operando con “cierta normalidad”, los mercados internacionales financieros y el sector del petróleo se vieron sacudidos, algunos con fuertes bajas, y otros con una gran volatilidad que refleja el temor de los operadores.
“Estamos ante un hecho inédito y de zozobra. El mercado se pone volátil y los análisis escapan a cualquier circunstancia. Pero desde los fundamentos (los argumentos propios de la oferta y la demanda), la soja tiene más para subir que para bajar”, dijo a Bichos de Campo Diego de la Puente, de la consultora Novitas.
“La soja tiene fundamentos positivos. Mientras el año pasado, en el marco de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, tuvimos 23% de relación stock/consumo en Estados Unidos, en esta última campaña bajamos a 10,5%. Ahora se dice que con incremento de área y rindes normales estaríamos entre 5 y 7,5%. Cuando la soja valía 600 dólares- en 2008-, la relación stock/consumo era de 3%, aunque el contexto era otro”, explicó De la Puente.
Escuchá el reportaje completo realizado a Diego de la Puente:
De todos modos, el analista aseguró que ese factor no es suficiente para apuntalar el precio de la oleaginosa en un contexto mundial en el cual la crisis del Coronavirus vino a profundizar o a poner en evidencia problemas preexistentes.
“Si analizamos el caso de los mercados financieros o el del petróleo, estos cayeron. El arroz, en cambio, subió mucho porque China prohibió el consumo de animales silvestres y exóticos, al tiempo que los demás países se van cerrando, y Rusia y Vietnam exportan menos”.
“En ese contexto los granos en general y la soja también, se defendieron bastante bien para las bajas que vimos en el resto de los productos. Son instancias muy particulares y nadie sabe bien para dónde salir. Este contexto de pandemia y de economía parada es algo nunca antes visto. No sabremos dónde se posicionarán los especuladores ni cómo vamos a salir de esto”, agregó el analista.
En el caso del maíz, de la Puente declaró que “la situación es diferente. Si bien a nivel mundial hay déficit entre producción y consumo en esta campaña 2019/20, el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), dice que el área va a crecer y que la relación stock/consumo puede pasar del 13 al 21%, lo que es un número alto”.
“Por eso es probable que se recomponga el stock, aunque por otro lado tenemos la crisis del petróleo que es una estocada final para el etanol. Entonces hay que ver cómo reacciona Estados Unidos y si se ayuda a la industria del etanol teniendo en cuenta que encima en ese país este año habrá elecciones presidenciales”, aclaró el especialista.
En este contexto, De la Puente hizo sugerencias a los productores de maíz y soja y qué actitud cree que van a adoptar. “Hay problemas con la logística; en muchos lugares no te dejan pasar con los camiones o llegar a los puertos. Por ende, si necesitan recursos financieros los podrían obtener con el maíz. Por eso yo esperaría con la venta de soja, que tiene otra situación, y además, si salimos de esta en un par de meses estaremos viendo otro nivel de precios”, consideró.
De la Puente explicó que, si bien el ámbito agropecuario quedó exceptuado de la cuarentena, se dan situaciones que tienen consecuencias directas sobre los precios. “Tenemos la frontera cerrada y en el mientras tanto, al que saca un camión por ahí le ponen una barricada, cosas que rozan con la locura, y eso tiene impacto a nivel internacional, lo que explica, en parte, que los precios de la harina de soja en China suban”, destacó.
A los problemas vinculados con la logística se suman otras como, por caso, “la sensibilidad comercial por lo que pasó con la empresa Vicentín, y eso frena también la logística de la cosecha y tiene un impacto local. El productor evita riesgos, trata de guardar lo que pueda, y todo lo que está pasando tiene un impacto local e internacional”, destacó de la Puente.
En referencia a la situación económica local, De la Puente dijo que este año, y de forma precavida, el productor hizo muchos contratos forward, y lo que no vendió ahora se ve obligado a hacerlo a valor dólar oficial.
“Quedarse con pesos no tiene mayor sentido. Por eso la situación mundial, las cuestiones logísticas y la sensibilidad comercial son razones que llevan al productor a pensar en retener. En algunos casos no le gusta el precio, como en el caso de la soja. Hay muchas variables que lo llevan a hacerlo, el temor es lógico, y además, es un derecho legítimo el de defender su capital”, concluyó.