El gobierno de Mauricio Macri prometió por segunda vez en menos de un año reducir a la mitad los niveles de protección arancelaria que tiene la industria curtidora, y que permite desde hace casi cuatro décadas que unas pocas empresas adquieran la materia prima (los cueros bovinos) a un valor de menos de la mitad del que se registra en el mercado internacional.
“Durante el encuentro se anunció la baja de las retenciones al cuero: antes de fin de año pasarán del 10 al 5%, y presentarán un cronograma de baja para realizarse antes de finalizar el mandato”, señaló una gacetilla de la Mesa de las Carnes, que conforman todas las entidades de esa cadena, luego de una nueva reunión con el presidente Mauricio Macri en la casa Rosada.
Suena lindo dicho así: “bajarán las retenciones a los cueros”. Y hasta parece que los curtidores resultarán beneficiados cuando en realidad lo que sucede aquí es que ganaderos y frigoríficos están tratando de poner fin, en el marco de un gobierno que predica a favor de la libertad de comercio, a un régimen de protección a la industria que nació en 1072 y con distintas modalidades duró hasta nuestros días. ¿En qué consiste esa protección? En que se imponen derechos a la exportación de cueros sin curtir, y por lo tanto las plantas de faena deben vender ese subproducto obligadamente en el mercado local, donde una mesa de pocas curtiembres impone precios llamativamente bajos. Y todo en nombre del agregado de valor y de la defensa de las fuentes de trabajo.
Quienes hicieron el anuncio fente a Macri fueron los representantes de la Secretaría de Industria que fueron a la reunión con Macri, pues el trato con las curtiembres siempre fue resorte del Ministerio de la Producción. Los de la Mesa de las Carnes, conformada por los sectores que denuncian esta cartelización de la industria, se apuraron en hacer pública esta promesa. Macri escuchó, pero se lo notaba ajeno y desganado y pensando en otros menesteres, según contaron algunas fuentes.
Si el presidente hubiera estado más despierto podría haber retado a los funcionarios de Industria, pues no es la primera vez que ese área de Gobierno promete reducir las retenciones al cuero crudo a la mitad. El 28 de marzo, antes de su alejamiento del gobierno, el ex ministro Francisco “Pancho” Cabrera había anunciado exactamente lo mismo. Pasaron ocho meses y siguen estudiando el cronograma de reducción de esos derechos de exportación, los únicos que sobrevivieron al kirchnerismo junto con los de la soja, luego del cambio de gestión a fines de 2015.
Ver ¿Será cierto esta vez? Macri prometió terminar con la histórica protección a los curtidores
Debe quedar claro que no estamos hablando de las neo-retenciones que se vio obligado a implantar Macri por la crisis económica, que son de 3 o 4 pesos por dólar exportado y que seguirán en el mismo rango. Lo que se supone se reducirá a la mitad es el derecho adicional para las exportaciones de cueros crudos, salados o wet blue (el primer proceso industrial), que nacieron con el gobierno de Lanusse y que curiosamente se fijan como un porcentaje del valor del cuero no en la Argentina sino en los Estados Unidos. Como allá el cuero extrañamente cotiza dos o tres veces más caro que acá, entonces el impacto de las retenciones se multiplica. Hoy son de 10% y bajarían a 5%. Pero en realidad recortan mucho más los precios.
Mientras la Mesa de las Carnes aguarda que esta vez sí el gobierno cumpla con su promesa de desactivar al menos una parte de la política de protección industrial, pocas otras cosas sucedieron en la octava reunión con el presidente Macri. Veamos:
- La Provincia de Buenos Aires anunció que iba a unificar las guías municipales con los DT-E que emite el SENASA, implementando así un Documento Único de Tránsito de Animales en toda la provincia. Inicialmente se firmará un convenio con 20 municipios, a partir del cual los trámites se podrán realizar vía internet.
- Se informó que Agroindustria, a través del área de Marcelo Rossi, puso en funcionamiento el centro de monitoreo de los controladores electrónicos de faena, que permite visualizar el total de las faenas del país. Se pensaba proyectar un video, pero por falta de tiempo eso se suspendió. Lo compartimos nosotros para el que quiera verlo.
- Dice la Mesa de las Carnes que “se le planteó al presidente la honda preocupación de los productores por las retenciones, la inflación, la mayor carga impositiva, y el fuerte impacto negativo de la falta de un ajuste por tenencia. Junto a ello, se le trasmitió el deterioro de los resultados de todas las actividades ganaderas por el importante aumento de los insumos, que no se ve reflejado en el precio del ternero y del novillo”.
- Se presentó al presidente, siempre según la versión privada, la problemática de “la falta de novillos para poder abastecer la demanda, proponiéndole algún tipo de incentivo sin costo fiscal, para lo cual encargó a la Mesa que trabaje en una propuesta para la próxima reunión”. Esto mismo ya había sido descartado en otros encuentros.
- “La Cadena ratificó el pedido de profundizar y acelerar la concreción del standard sanitario básico común para todos los frigoríficos del país, con cronograma concreto y perentorio de instrumentación”. Nadie contestó a ello, que ya se sabe resultará harto complicado de concretar.
Pero vamos a otro punto de importante: el Remito Electrónico de Carnes (REC) implementado por la AFIP este mes como mecanismo para el cotnrol on line de las actividades de matarifes y carnicerías, el eslabón que falta incorporar a la estrategia de control comercial aplicado por este gobierno. Se suponía que la Mesa había acordado solicitar en esta reunión no la desarticulación del REC pero sí una mayor laxitud en los plazos de implementación, debido a la necesidad de armonizar esta contras politicas. Pero al parecer algo los hizo cambiar de opinión y ese reclamo no fue hecho explícito en la reunión con el Presidente.
“Se solicitó redoblar los esfuerzos en el control de la informalidad: sanitaria, laboral, impositiva y comercial, para seguir avanzando en la competitividad de la cadena”, dice el comunicado de la Mesa de las Carnes que resume lo sucedido.
En este sentido, una fuente de la AFIP reveló a Bichos de Campo que en ese organismo entendieron todo lo contrario a lo que se supone que iba a pedir la cadena. “Del lado de la AFIP tenemos orden para avanzar con todo este proceso”, dijeron.
Al parecer, nadie fue demasiado enfático a la hora de contarle al presidente cuáles son los trastornos que podría provocar la acelerada de la AFIP ni los riesgos que podría implicar esta situación para todo el andamiaje implementado para reducir los altísimos niveles de evasión en el negocio de la carne vacuna.
Parece que en la reunión un Macri muy disperso y cansado escuchó que hablaban de evasión y solo atinó a decir: “Denle para adelante”.
Y cada uno tomó nota de esa frase para usarla como más le convenía.