En la Argentina existe desde hace breve tiempo una nueva asociación de criadores de caballos. Quizás sean los más populares. Lo que es seguro es que ese tipo de equinos realizan una de las actividades hípicas con más historia, las jineteadas y las pruebas gauchescas.
Se trata de la Asociación de Criadores de Caballos para Destrezas Gauchas. Su presidente es Pedro Lucio Sarciat, que también es criador de caballos criollos en Rauch y descendiente de un linaje con mucha trayectoria en la actividad.
La entidad tiene pocos años pero ya se volvió una referencia para productores de países vecinos: “nos están pidiendo de Uruguay organizarse de la misma manera porque lo tienen medio agarrado de los pelos como lo teníamos nosotros”. El mismo pedido recibieron de productores del sur de Brasil, donde los gauchos son gaúchos.
La fundación de la entidad sucedió hace solo tres años: “Empezamos por la necesidad de juntarnos los criadores de caballos mestizos que son el producto de distintas razas que se usa en los campos para trabajo o deportes o destrezas”, contó el criador a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista con Pedro Lucio Sarciat:
La raza ya tiene un estándar definido por Sociedad Rural Argentina, que lleva los registros genealógicos que dan cuenta del pedigrí de diferentes especies animales.
En este caso lo que se busca es un animal. “que tenga el tamaño de las razas de tiro, la velocidad de las livianas, y la rusticidad del caballo criollo”.
“Estamos tratando de llegar en la tercera o cuarta generación a la estabilización del tipo de caballo”, explicó Sarciat.
El productor destacó la importancia de contar con los antecedentes genéticos de estos ejemplares, que se usan para las jineteadas, carreras de sortijas o trabajos en el campo. Esa laboriosa tarea permitió que se ordene la raza y que gracias a eso “se ha blanqueado el mercado”, ya que se puede presentar la documentación correspondiente al momento de la comercialización.
Estos avances también llevaron a que se comience a destacar al caballo en muestras como por ejemplo la tradicional de Jesús María, donde además de premiar a los jinetes se entregaron premios a los mejores caballos inscriptos.
“No solo importante la destreza del jinete sino también el caballo, al origen y genética. Además aumenta el valor cuando se conoce su origen, ahora se compran con papeles”, nos explicó el presidente de la asociación de criadores más joven del país.