“A este ritmo en quince días se alcanzaría el objetivo planteado”, destacó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral en el informe semanal que preparan en esa casa de estudios. La referencia es al Dólar Maíz, que el gobierno habilitó para conseguir que los productores aceleren sus ventas. Ya llevaba recaudados casi unos 900 millones de dólares, de los 2.000 millones que se habían planteado como objetivo.
El Programa de Incremento Exportador 4 (PIE 4), que además del maíz incluye al girasol, cebada, sorgo y economías regionales, se reglamentó el lunes pasado y regirá hasta fines de agosto. Pero en la primera semana, según otro informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las cantidades negociadas de maíz alcanzaron 3,1 millones de toneladas, de los cuales 2,4 millones corresponden a nuevos contratos y 700 mil toneladas a fijaciones por cerrar.
En divisas que los exportadores (que compraron esos granos y anotaron nuevas exportaciones al tipo de cambio mejorado de 340 pesos por dólar) inyectaron al Mercado Único de Cambios se totalizaron 885 millones de dólares, el 44% del objetivo.
El incentivo esta vez parece estar funcionando. “La mejora en el tipo de cambio se tradujo en precios más favorables, que dinamizó las ventas de los productores. Según los datos disponibles del Matba-Rofex, a principios de mes, el precio del maíz estaba alrededor de 49.000 pesos por tonelada. Sin embargo, después de la ejecución del Programa de Incremento Exportador, el precio aumentó, llegando a superar los 60.000 pesos”.
Romano, de la Universidad Austral, también consideró que esa mejora del precio (que pagaremos todos los argentinos con mayor endeudamiento) ha sido clave. “El tipo de cambio de 340 pesos supone un 30% extra al momento del inicio del programa, pero ese diferencial va a ir cayendo a medida que el tipo de cambio oficial suba. De hecho, al cierre de la semana los 340 en relación al tipo de cambio comprador divisa del Banco Nación de 273 suponía un 25% de sobreprecio”.
El especialista también habló de una normalización de las ventas, ya que “en la previa había 30% de ventas de maíz a precio, con una demora de 13 puntos versus lo normal”.
La Bolsa de Cereales también remarcó una aceleración de las ventas en otros granos: El girasol ha experimentado un aumento significativo en las ventas, alcanzando un total de 206.954 toneladas comercializadas. De esta cifra, 183.770 tn corresponden a nuevos contratos. También, se registraron fijaciones de contratos a fijar concertados previamente a la medida por una cantidad de 23.184 tn.
En el caso de la cebada forrajera, se lograron ventas por un total de 161.064 tn, todas ellas distribuidas en contratos nuevos.
Por otro lado, el sorgo también ha registrado 128.380 tn comercializadas. En cuanto a la cebada cervecera, las ventas alcanzaron un total de 789 tn.
No hubo tantas Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE), porque las cerealeras ya tenían suficientes permisos para exportar en su poder. Durante la primera semana de esta etapa se emitieron registros de maíz por 185.440 toneladas. Esto elevó el total acumulado de DJVE para la campaña 2022/23 a 14.974.459 toneladas, un 58% del nuevo cupo total de 26 millones de toneladas habilitado para la exportación.
Romano estimó que a este ritmo debería venderse 23% de la producción total de maíz al tipo de cambio anabolizado, que serían casi 8 millones de toneladas. “Al precio FOB actual hablamos de 2.000 millones de dólares de ingreso de divisas, y 1.800 millones de dólares oficiales extra a nivel productor”, calculó.