Parecía que la platea agropecuaria se entusiasmaba cuando al principio de su presentación el ex senador Miguel Ángel Pichetto, uno de los precandidatos a presidente por Juntos por el Cambio, arrancó enfatizando que el próximo gobierno tenía que tener como prioridad ser garante de derecho a la propiedad privada. Ese es un tema que siempre garpa entre los productores agropecuarios. Pero esa sintonía inicial se fue diluyendo cuando, renglón seguido, aclaró que no sería posible eliminar las retenciones de inmediato en caso de ganar las elecciones.
Una de cal y otra de arena.
“Este gobierno (en referencia al actual) se inaugura con la ocupación del campo de Etchevehere por parte del señor Grabois, y continúa con la usurpación violenta mapuche en toda la región patagónica, y con la tierra regalada a muchas organizaciones sociales. El principio de derecho de propiedad en la Argentina está muy frágil”, dijo primero el ex candidato a vice de Mauricio Macri y ex aliado de Cristina Kirchner. Y luego completó: “Es importante volver a restablecer el derecho a la propiedad, es lo que va a hacer posible el camino de las inversiones, y la confiabilidad para que la Argentina se pueda desarrollar”.
También, en el mismo sentido de reestablecer un esquema de poderes que asegure la gobernabilidad, bregó porque el Corte Suprema intervenga más decididamente. “Tiene que recuperar la capacidad de decisión rápida, no puede haber cautelares que impidan obras estratégicas y de desarrollo para el país. Hay que tener una corte que no sea adicta para liberar delincuentes sino que comprenda un proceso de cambio” aseguró.
Pero un discurso que cosechaba hasta allí aplausos del publico reunido en la sede palermitana de la SRA, también generó alguna desazón cuando el precandidato no se mostró tan decidido como Patricia Bullrich o Javier Milei a eliminar de inmediato la brecha cambiaria o las retenciones. En ambos casos, dijo que no será posible por la situación macroeconómica y social. Para el tipo de cambio, habló sí de un desdoblamiento que implique que los exportadores reciban el dólar comercial o libre, pleno.
Sobre las retenciones fue más extenso. “Me interesa también emitir un mensaje con cierto realismo. Será muy bueno recibir un aplauso rápido, diciendo que en el primer día eliminaremos todas las retenciones. Coincidimos que es un impuesto totalmente distorsivo, que desalienta las exportaciones, pero también entendemos que este país tiene un proceso de caída libre en el gasto fiscal. Esta medida no se va a poder tomar inmediatamente. Hay que tener un horizonte y hay que ir bajándolas”, indicó Pichetto.
Como premio consuelo, dijo que en caso de ganar, el próximo gobierno deberá eliminar el anticipo de Ganancias para los productores afectados por la sequía.
Pichetto perdió varios minutos para explicar cuál fue su rol durante la famosa crisis de la resolución 125, aquella noche del voto no positivo en la que jugaba abiertamente a favor del gobierno kirchnerista. Dijo que en todo momento había buscado una conciliación (incluso habló de una propuesta charlada con el ingeniero Héctor Huergo, el editor de Clarín Rural, y otros senadores para ubicar las retenciones en 40%).
En este aspecto, el ex senador y actual procurador se mostró muy diferente a su contendiente del PRO, Patricia Bullrich, quien se mostró proclive a la mano dura a la hora de gobernar. Por el contrario, Pichetto consideró que había que ser componedor y lograr muchos acuerdos legislativos, incluso con la oposición para poder producir los cambios.
En ese sentido, explicó a los productores que la única opción para cambiar el rumbo es votar a Juntos por el Cambio, el único espacio capaz de construir mayorías legislativas. “Hay que tener mayorías en el Congreso para poder llevara adelante los cambios”, indicó.