En el desfile de candidatos presidenciales ante los productores de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la que más aplausos había cosechado, sin dudas, era Patricia Bullrich, quien suele decir todo lo que el sector quiere escuchar. Quizás por eso, al cierre de la jornada, su principal rival en la interna de Juntos por el Campo, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, cargó las tintas sobre quienes prometen “soluciones mágicas” a la crisis desde el primer día de gobierno. Sin mencionarla, fue un tacle directo a la estrategia de su compañera en el PRO.
“Hay que hablar con la verdad. Yo sé que les puedo decir que les soluciono los problemas el primer día, y me van a aplaudir todos. Pero eso no es serio. Tenemos que hablar con al verdad, hablemos en serio. Acá no busquemos en un título la solución de todos los problemas del campo. No van a llegar el primer día. Hay que planificar, pensar, trabajar mucho, laburar”, dijo Rodríguez Larreta.
“Laburar” fue la palabra más repetida en los veinte minutos concedidos al precandidato. La usó para decir lo que hay que hacer en caso de ganar las elecciones. Y la repitió para elogiar al campo como sector generador de riqueza. Consideró que la Argentina está en una instancia muy visible para volver a convertirse en “granero del mundo”. Y afirmó que es posible elevar la cosecha de granos a 190 millones de toneladas, para poder duplicar las exportaciones en seis años. Pero avisó de nuevo que no hay recetas mágicas. La palabra “laburar” parece ser el talismán que usará Rodríguez Larreta para enfrentar el realismo mágico que su equipo le atribuye a Bullrich.
“El crecimiento del campo lo tenemos que pensar juntos. Muchas veces se habla de un gobierno que trabaje para el campo, pero yo no creo en eso, sino en un gobierno que trabaje con el campo”, planteó, pidiendo a las entidades rurales que trabajen codo a codo en la búsqueda de las soluciones. Ahí fue que quizás cometió el único error de su cuidada presentación ante la SRA. Dijo que hace un mes el Consejo Agroindustrial Argentino le presentó un plan agropecuario a diez años que “era un lujo”, desconociendo que la Sociedad Rural está enfrentado con ese espacio donde dominan otros actores del agronegocio.
“El plan lo tenemos que hacer juntos. Tenemos que tener un diálogo fluido, necesitamos ser aliados en esto. Yo me comprometo a hacer el plan con ustedes. Pero esto tiene que que ser un compromiso mutuo: el gobierno fija reglas estables y ustedes se comprometen a aumentar la producción”, pidió Rodríguez Larreta.
El jefe de gobierno porteño planteó siete ejes o medidas de su eventual gestión. Como primer punto dijo que será necesario recuperar la estabilidad macroeconómica, “porque con esta inestabilidad macro, ningún productor puede plantear qué va a hacer el año que viene. Hoy la inestabilidad es al talón de Aquiles de nuestro país”. Por eso, la prioridad sería “ordenar las cuentas y llegar al déficit primario cero el primero año”. Una vez más, aclaró: “eso requiere mucho laburo”.
El segundo punto era de mucho interés de los productores, aunque también aquí tomó distancia de Patricia: “Vamos a lograr la unificación cambiaria, pero lo más rápido posible. No les voy a venir a decir acá que el primer día levantamos el cepo y unificamos. Primero porque no tenemos idea de que país vamos a tener en diciembre, y además…” porque se requiere mucho estudio. Laburo.
El tercer eje fue dedicado a las retenciones y pasó lo mismo. Larreta prometió eliminarlas el primer día pero sólo para 200 productos de las economías regionales. Para el resto, incluyendo la soja, evaluó que habrá que establecer un “compromiso de descenso escalonado, que vaya de la mano con el aumento de la producción y exportaciones”. De nuevo, a laburar.
Los otros puntos son casi la biblia de un candidato del PRO: desburocratizar o simplificar; modernizar la infraestructura; fortalecer la inserción internacional; trabajar en mayor seguridad…
“Imagino que en todas estas propuestas vamos a estar de acuerdo, pero lo que hace la diferencia es el cómo logramos llevar a la práctica estas cosas que son elementales. Yo no dije nada genial. la diferencia la hace el que lo logra llevar adelante. Y para eso se necesita…”
¿Laburar? No, para Horacio una de las claves es “construir un acuerdo político sólido que haga que estas propuestas se traduzcan en leyes en el Congreso, porque si no logramos un acuerdo todo se tira a la basura, no sirve para nada”. Quedó claro que él piensa que con su estilo conciliador y su experiencia en la gestión, está mucho más preparado para lograr esos consensos que su rival en la interna del PRO.
Esta interna mereció un final, cuidadosamente estudiado: Cuando la moderadora le preguntó por la visible tensión que se vive en ese partido político, Rodríguez Larreta se paró de su sillón apoltronado, mostrando que está dispuesto a dar batalla. “No hay ninguna posibilidad de ruptura en Juntos por el Cambio, porque tenemos mecanismos institucionales como las PASO para resolver nuestras diferencias”, enfatizó.