Un equipo de investigadores del INTA Sáenz Peña, en el sur del Chaco, diseñó una rotoenfardadora de arrastre compacta. “La maquinaria fue diseñada especialmente para pequeños productores de la agricultura familiar, que se dedicaban al cultivo de algodón y que, por el problema de la escala del mismo y de los ataques del picudo del algodonero, se volcaron a la ganadería”, explicó el investigador Carlos Derka, responsable técnico del proyecto.
Este prototipo que permite hacer rollos pequeños de pasturas y verdeos fue desarrollado en articulación con la Facultad de Ingeniería Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, a través del Procodas (Programa Consejo de la Demanda de Actores Sociales). Los materiales e insumos para su construcción se consiguen con facilidad en el país.
Esta rotoenfardadora permite la obtención de rollos de diferentes pasturas, mediante una cámara de núcleo flojo de 55 centímetros de ancho y 60 centímetros de diámetro. La máquina funciona con una bomba hidráulica, que posibilita el movimiento de los 18 rodillos que forman la cámara interna donde se produce el rollo.
El propio INTA explicó en un informe que una de las principales ventajas es que se trata de un equipo compacto, por lo que se puede trasladar en la caja de una camioneta o en un acoplado pequeño.
Jorge Kostecki y Orlando Pachinsky, técnicos del INTA Sáenz Peña, señalaron que “el equipo permite obtener rollos desde 20 hasta 40 kilos, según el tipo de pasturas. Además, el atado de los mismos, al ser por hilo supone una disminución importante del costo individual de cada rollo obtenido”.
Otro dato importante es que esta rotoenfardadora “permitirá resolver el problema del bache forrajero en épocas invernales, porque con esta máquina se pueden llegar a producir reservas con las pasturas que tienen en sus predios”, indicaron los investigadores.
“Los equipos que existen a nivel nacional son adecuados para una agricultura empresarial de alta necesidad de capital y grandes extensiones productivas, lo que lleva a que los prestadores de servicios que realizan este tipo de tareas no sean accesibles para productores pequeños o medianos”, explicó Derka.
En esa línea, los técnicos consideraron que “muchas veces la mejor máquina desde el punto de vista mecánico no siempre es la más conveniente para un sistema productivo en un determinado territorio”, y agregaron que, “en varias oportunidades, se observa una inadecuada relación costo/beneficio y agresiones al suelo por excesivo peso o por funcionamiento inapropiado”.
Por otra parte, los investigadores explicaron que para una maquinaria de estas características es difícil encontrar servicio técnico, no se consiguen los repuestos y requiere de operarios muy capacitados (no disponibles en la región).
En ese sentido, dijeron que “esta rotoenfardadora fue pensada para el logro del objetivo agronómico con el menor costo económico y ambiental, al mismo tiempo que preserva la integridad física y la salud del operario y la del medio que lo rodea”.
Según la mirada del INYA esta invención supone un hito porque “si bien a nivel internacional existen equipos que pueden hacer rollos de este tamaño, todos son impulsados por un rotocultor y hay que parar la máquina para la extracción, por lo que la productividad diaria de rollos es menor”.
Con financiamiento del Programa Procodas, este ambicioso proyecto del INTA chaqueño comenzó en 2017. “Empezamos la construcción en los talleres del Cecain y terminamos el prototipo, que fue presentado en una reunión del Consejo Regional Chaco-Formosa en la Estación Experimental Aagropecuaria Sáenz Peña en junio de 2019”, señaló Derka. Este es el recuerdo de aquellla presentación:
El técnico recordó que luego dialogaron con distintas empresas metalmecánicas para su construcción, “aunque solo se pudo acordar con el empresario Santiago Zilli, de la PyME Metalúrgica Maipú”.
En ese marco, en marzo del 2020, se suscribió un Convenio de Transferencia de Tecnología tripartito PyME-INTA-UNNE, que otorga una licencia con pago de regalías para la fabricación de la rotoenfardadora en Metalúrgica Maipú, ubicada en la ciudad de Villa Angela, y actualmente se encuentra en gestión la protección de la propiedad intelectual de la máquina mediante un modelo de utilidad.
Esta experiencia de vinculación tecnológica presenta entre otros aspectos relevantes la participación de una PyME metalmecánica, que no tiene un área interna de I+D, como así también el hecho que parte del proceso fuera llevado adelante pese a las restricciones derivadas de la emergencia COVID 19.