La capacidad de pago real de las industrias elaboradoras de leche en polvo entera con destino a exportación se encuentra muy por encima del valor promedio que cobran los tamberos argentinos.
En el mercado internacional –fundamentalmente gracias a la demanda china– los precios de la leche en polvo entera están muy firmes, razón por la cual se están realizando negocios con valores FOB de 4300 a 4500 dólares por tonelada.
Pero en la Argentina las ventas externas de leche en polvo entera –el principal producto lácteo argentino de exportación– están “castigadas” por un derecho de exportación del 9% y un reintegro a las exportaciones minúsculo de apenas el 0,75%.
En ese marco, el FAS teórico de la leche de una industria “polvera”, con un FOB de 4300 dólares por tonelada, se encuentra en 42,2 pesos por litro, según el cálculo realizado por la plataforma diseñada por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Sin embargo, ese mismo cálculo sin el derecho de exportación –impuesto que no se cobra en Uruguay, Brasil ni Chile, por ejemplo– el FAS teórico de la leche sería de 47,3 pesos por litro, cuando el precio promedio nacional pagado a los tamberos en febrero pasado, según el último dato oficial disponible, fue de 37,6 pesos/litro.
Además de aplicar retenciones, el gobierno implementó en el sector un régimen por medio del cual las empresas lácteas deben aportar al mercado interno un volumen importante de productos a precios subsidiados (para integrar el programa “Precios Cuidados”) a cambio de la promesa no de intervenir la exportación.
Ese régimen está siendo renegociado en estos días por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, quien cree que es necesario ampliar tanto la cantidad como la diversidad de productos ofrecidos a precios mayoristas subsidiados con recursos de las propias empresas que luego, obviamente, quitan poder de compra al momento de pagar la liquidación de la leche a los tamberos.
No se trata de una buena noticia para los productores lecheros, dado que la relación leche/maíz, uno de los indicadores empleados para analizar el poder de compra relativo de la leche, se encuentra en uno de los peores momentos de la historia, según datos de la consultora Economía Láctea.
En el último año (febrero de 2021 a febrero de 2022), la canasta láctea medida por el Indec en la ciudad de Buenos aires registró un ajuste del 72,4% versus un promedio del 58,8% para el conjunto de alimentos básicos y bebidas no alcohólicas. La leche fresca en sachet, que está comprendida en “Precios Cuidados, fue el único producto que subió en el último año por debajo del nivel promedio general.