Causaron revuelo las declaraciones que Víctor Saguier, presidente de la Cámara de Molineros de Yerba Mate y titular de La Cachuera SA (la productora de la yerba Amanda) realizó a Bichos de Campo, en defensa de la desregulación del mercado que impulsó el gobierno de Javier Milei, fundamentalmente con la desarticulación de la tarea que realizaba desde hace dos décadas el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
En un comunicado, mientras preparan la organización de una gran marcha de colonos yerbateros a la ciudad de Posadas para el 24 de mayo, la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM) y el Movimiento Agrario de Misiones (MAM) tildaron a Saguier, quien habló en nombre de las principales marcas de yerba del país, de defender un modelo “excluyente y depredador social, económico, ambiental y espiritualmente, porque incrementa la concentración económica en pocas manos”.
Sucede que, en una entrevista con este medio que fue replicada en otras plataformas, el presidente de la Cámara de Molineros había apoyado la desregulación yerbatera aplicada de facto por el gobierno de Milei al no designar un presidente para el INYM, que dejó de sesionar para fijar precios de referencia para la hoja verde que cosechan los tareferos, los productores entregan a los secaderos y recién después llega a un centenar de molinos que la estacionan, la muelen y la envasan. Desde que no hay precio de referencia, lo que ha sucedido es que el valor de la materia prima descendió bruscamente (a valores reales) mientras se incrementaba el valor de venta del producto final al consumidor. Esto, en resumidas cuentas, permitió una recomposición de ingresos en los eslabones industriales.
“Estamos viviendo momentos especiales, no solo en nuestro sector sino en todo el país, porque salimos de más de 50 años de dirigismo, de estatismo, y ahora tenemos que acomodarnos a una nueva realidad”, explicó Saguier en la entrevista. Además allí reconoció la situación de los colonos que se quejan porque los precios no cubren los costos como “dolorosa”. Pero también remarcó: “Obviamente que va a haber una reconversión y obviamente aquellos a los que no le cierra el número van a abandonar la actividad, o se van a tener que reconvertir, que es lo que nosotros siempre decimos: no se puede pretender vivir de un solo cultivo o de un solo ingreso”.
La posición expuesta del sector industrial provocó una reacción de las entidades agrarias de Misiones, epicentro de este conflicto:
14 de mayo (1)
La visión de los productores de MAM y APAM también quedó claro en la respuesta a Saguier: “La Yerba Mate Argentina sufre el saqueo más grande de su historia”, replicaron.
Luego contestaron los argumentos industriales punto a punto:
- Dijeron que a partir de la desregulación y debilitamiento del INYM , “las políticas neoliberales dañan de manera integral, brutal y acelerada, a miles de familias de tareferos, productores, comunidades indígenas, secaderos y cooperativas, emprendedores y pequeñas y medianas industrias, erosionando no solo una economía regional sino la identidad de esta región”.
- Defendieron la utilidad de ese Instituto en tanto y cuento cumplió con su labor, que era defender los ingresos de los productores. “La fijación de precios que realizaba el INYM y/o Nación (con o sin laudo) era una acción efectiva-productiva”.
- Le recordó a Saguier que la industria también fue beneficiada por la acción del INYM con datos estadísticos, formalidad y transparencia en la actividad. También con “crecimiento sostenido dado que entre el 2011 y el 2021 los molinos y fraccionadores que envasaron yerba mate pasaron de 96 a 114 (¿O alguien, en los años previos a Milei, escuchó que se cierre una industria?)”.
- Frente a la polémica frase sobre que quienes no tengan margen deberán abandonar la actividad yerbatera, las organizaciones agrarias recordaron: “Es el mismo discurso de la década del 90 y en el mismo contexto de políticas neoliberales, cuyos resultados conocemos: daño a toda la cadena yerbatera, destrucción de la agricultura familiar y de la industria nacional, desempleo, hambre, pobreza para la mayoría de la gente”.
Frente a tan dura polémica con los industriales y en vísperas de nuevas protestas exigiendo la restitución de funciones al INYM y una mejora de los precios, de todos modos, la carta de las asociaciones de colonos reclamó cambiar el chip: “Es tiempo de un diálogo que nos enriquezca espiritualmente y nos guie a un proyecto superador con la yerba mate, recuperando lo que nos hizo bien, mejorando lo que hay que mejorar y creando las condiciones para el mundo nuevo, pero beneficiando a todos, con todos adentro, y cuidando la casa mayor, la naturaleza, el lugar donde vivimos”.