Hacemos el chiste fácil, aunque en este caso tenga sentido. Le decimos a Marcelo Passón que lo anotaron mal en el registro civil, porque en realidad su apellido debería ser “Pasión”. Reímos después de haber visitado por largo rato su establecimiento ganadero en Florentino Ameghino, en el lejano oeste bonaerense. Allí hace el ciclo completo pese a que las condiciones, a primera vista no le dan, pues la tierra es pobre y escurre demasiado rápido. Pero el gran secreto de Marcelo es el sorgo y la pasión desbordante que le pone a todo.
Basta con escuchar hablar un rato a este productor y empresario de Ameghino para darse cuenta que la pasión es uno de sus principales insumos. De otro modo es muy poco probable que sobre estas tierras arenosas de tipo W4 y muy escasa aptitud agrícola haya podido mantener tantas vacas como las que tiene dentro de su planteo.
“Yo me levanto pensando en cómo innovar durante todo el día y en todas las empresas que tengo. Este campo es complicado, con un suelo no agrícola, que se encharca y que no retiene humedad. Cuando lo compré, por el precio al que lo pagué, supe que debía ser un campo ganadero. La verdad es que hay que adaptarse a lo que es el campo”, dijo Passon a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista a Marcelo Passon:
El ganadero tiene 844 hectáreas, de las cuales 500 son propias y las restantes alquiladas. “Si fuera un planteo normal tendría 300 vacas y sacaría terneros de 160 kilos. En este momento tenemos 600 vacas y engordo toda la producción”, aseguró. Sus tasas de destete son envidiables, pues superan largamente los 80 puntos porcentuales.
Passon no vende los terneros para que otro le eche los kilos, sino que los engorda en el mismo campo hasta llevarlos a un peso ideal para la faena. ¿Y cómo se las arregla?
“Trato de sacar el 90% del alimento de este campo, y en todo caso lo único que entra acá es el núcleo mineral vitamínico. Pero todo lo demás lo hacemos nosotros, algo de maíz, algo de sorgo, maíz partido y todo el silaje. Trato de llevar a 420 kilos a los machos y a 380 kilos a las hembras. Este año por ejemplo desteté con 191 kilos de promedio, es decir, un alto peso de destete”, indicó.
Para Passon es imposible pensar este planteo ganadero sin el sorgo, que fue la excusa para visitar su campo, pues la empresa Advanta presentaba allí sus nuevas variedades, especialmente una que se puede utilizar tanto para producir grano como para uso forrajero. “Vos sembrás un maíz con 60 mil plantas por hectárea y aunque tal vez coseches 4 mil kilos de maíz después no te queda nada para las vacas. En cambio estos sorgos doble propósito tienen una masa foliar mucho más importante, te dan muchas más raciones y te cambian la vida”, remarcó el productor.
Este silo resulta ser barato de hacer para el productor. A números actuales, “hoy me está 2,36 pesos el kilo de materia verde de sorgo, mientras que pago 3,21 pesos el kilo de materia verde de maíz; y con ambos hago una mezcla. Este año me fue mejor porque el clima vino seco, con muchas heladas, lo que benefició a los animales no tuvieran las patas en el barro”, resaltó.
Según el productor, existen muchas variedades de sorgo en el mercado, pero en su caso elije los materiales de Advanta, de los cuales también es distribuidor en la zona.
De todos modos aclaró: “Aunque me guste mucho no me caso con Advanta. Si aparece una empresa X con una variedad mejor que la de Advanta, voy y la compro. Pero conozco mucho a esta empresa y sé que ha investigado pila de años. Además conozco a un investigador con el que entramos a trabajar juntos, Oscar Alloatti, otro gran apasionado del sorgo y que hoy es un gran investigador. Gracias a esa persona es que hoy Advanta vende los sorgos que vende. Si no hubiese estado esa persona no tendría los materiales que tiene hoy”, elogió.
“Toda esta ganadería la tengo gracias al sorgo, y más considerando la nueva tecnología de los materiales Igrowth de Advanta, que son los tienen tolerancia a la familia de herbicidas de las Imidazolinonas”, explicó, en referencia a nuevas variedades lanzadas por el semillero, lograda a través de métodos de mutagénesis para resistir las aplicaciones de ciertos herbicidas.
-¿Por qué el sorgo fue considerado mucho tiempo “el primo pobre de la agricultura?
-Estuvo descalificado mucho tiempo. Yo tengo un suelo clase 1, vengo, siembro un maíz, me meto las manos en los bolsillos y es mucho más fácil. En cambio para hacer un sorgo hay que hacer un barbecho como la gente, hay que saber, tener experiencia y cuidarlo como toda mercadería.
Passon cree que el cultivo va a ir creciendo de la mano de la producción de carne, que alguna vez debería repuntar. “Con la ganadería yo creo que va a crecer el sorgo, incluso a pesar de que cerraron las exportaciones”, expresó.
Y de nuevo, el productor le mete pasión para referirse a este tema que tiene consternados a todos los ganaderos.
“Los gobiernos no saben lo que es producir. Pareciera que uno hace un pozo y sale la carne que comen en Buenos Aires. Ni el ministro de Agricultura creo que sabe. Cerrar las exportaciones de las vacas que iban a China y que acá no come nadie fue complicar a la gente de la Cuenca del Salado. Ellos trataban de hacer un peso más para mantener su situación y le cerraron las puertas. Acá hay carne para todo el pueblo argentino y tampoco es que bajó el precio de la carne al mostrador con esta medida”, afirmó.
“Yo vengo al campo y me olvido del gobierno, porque tengo pasión por mi trabajo, y porque si tengo que venir al campo pensando en lo que hacen ya querría irme, vender y decir ´para qué voy a engordar y entorar de vuelta´. En algún momento se van a dar cuenta que se necesita la entrada de dólares al país y van a volver a abrir las exportaciones. Pero ahora es lamentable lo que hacen, parece un castigo al sector agropecuario. Aparte el presidente dijo que iba a fomentar la cría y que había aprendido del pasado, pero no lo hizo”, reflexionó.