Imaginate un campo donde el riego se maneja solo. No hay operarios corriendo válvulas, ni mangueras enredadas. No hay que rezarle a la lluvia ni discutir con el pronóstico. Solo máquinas inteligentes que saben exactamente cuánta agua necesita cada planta.
Parece un cuento futurista, pero ya es una realidad en Argentina, gracias a unos extraños equipos que trajo a Argentina el ingeniero agrónomo Mauricio Melano.
Se llama 360 Rain y es un sistema de riego autónomo que, básicamente, se encarga de todo sin que nadie tenga que andar detrás. Lo vimos en Expoagro 2025 y, claro, llamó la atención de Bichos de Campo. No solo a nosotros, sino a todos los que pasaban por el stand de la empresa importadora. ¿Un riego que se mueve solo y se gestiona desde el celular? Bueno, había que preguntarle a Mauricio cómo funciona este bicho tecnológico.
“Es un equipo de riego autónomo, es decir, se programa el circuito de pasadas que va a seguir y lo hace automáticamente, guiado por GPS, sin la necesidad de que alguien lo maneje”, explica Melano.
Si bien en esencia es similar a los pivotes tradicionales, 360 Rain tiene ruedas que lo van guiando por el lote, arrastrando una manguera con un diseño especial que evita enredos y complicaciones.
El proceso comienza con un análisis del lote: forma, pendiente, fuente de agua disponible (puede venir de ríos, canales o pozos) y necesidades específicas del cultivo. Una vez definido el esquema, el equipo se conecta a la toma de agua y sigue su recorrido como si fuera una sembradora, yendo y viniendo sin pisar las plantas, ya que todo está programado para que circule por el entresurco.
Si algo faltaba para confirmar que esto parece ciencia ficción, es su capacidad de autogestión. “El equipo está constantemente conectado a internet mediante 4G o, en caso de que no haya cobertura, con internet satelital”, detalla Melano.
A través de una app, el productor puede ver todo: la posición geográfica, qué está haciendo en tiempo real, cuánta agua está aplicando y hasta detenerlo o cambiar su recorrido con un clic.
¿Y si algo sale mal? También te avisa. “Si se corta la luz en el campo y la bomba deja de enviar agua, el equipo frena y te manda una notificación. Lo mismo si pierde presión o si el GPS pierde precisión”, agrega el especialista. Además, cuenta con un sistema de cámaras en vivo que permite monitorear lo que sucede a su alrededor en todo momento.
El 360 Rain está diseñado para ser versátil. Funciona en lotes con distintas formas y pendientes, siempre que haya una fuente de agua que brinde unos 50-55 metros cúbicos por hora. Con su manguera de 930 metros, puede regar aproximadamente 85 hectáreas por ciclo. Pero como se puede mover de un lote a otro, se suele usar en secuencias: por ejemplo, regando maíz de septiembre a enero y luego pasándose a un lote de soja.
Mirá la entrevista con Mauricio Melano:
¿Y cómo se mueve? “Cada rueda tiene un motor eléctrico, además de un sistema hidráulico para la dirección y el enrollado de la manguera. Todo eso lo alimenta un pequeño motor diésel de 24 HP que genera la energía necesaria para que el equipo funcione”, explica Melano. ¿La autonomía? 35 días sin que nadie tenga que tocarlo.
Claro, tanta tecnología tiene su precio. “Arranca en los 300 mil dólares, pero depende de la configuración: si lleva fertilización, manejo de efluentes o solo agua”, dice Melano.
¿Esto ya se vende? La respuesta es sí. En la campaña pasada se pusieron en marcha dos equipos en Argentina, que regaron maíz y ahora están terminando con soja. “Para 2025 esperamos traer al menos cinco o seis equipos más y seguir creciendo de forma ordenada”, anticipa Melano. Y viendo el interés que generó en la expo, no parece una meta descabellada.
A su vez, Mauricio anticipa que tampoco es descabellado empezar a producir estos equipos en nuestro país. Por ahora vienen del cinturón maicero de Estados Unidos, pero ya hay idea de empezar a producirlos en nuestras tierras, y será bien argentino.
EXCELENTE.