El encanto del Jardín Botánico de Buenos Aires se despliega en cada rincón, y ahora se puede descubrir a fondo en el nuevo video de recorrido, donde Carla Ortiz guía apasionadamente a los espectadores a través de sus espacios más fascinantes. Desde la histórica casona del paisajista Carlos Thays hasta los invernáculos repletos de especies exóticas y el Jardín de Mariposas en plena libertad, cada sector guarda un secreto especial. Este video invita a sumergirse en las historias, la diversidad de plantas y la riqueza artística que envuelven a este icónico lugar porteño. Al darle play, se abre la puerta a un paseo único que revela por qué el Jardín Botánico es uno de los sitios más cautivadores de Buenos Aires.
Recorrer el Jardín Botánico Carlos Thays es regresar en el tiempo y apreciar el legado del reconocido paisajista que lo diseñó, Carlos Thays. La casa principal, construida en 1881 y destinada inicialmente al Departamento de Agricultura, fue el hogar de Thays y su familia. Su arquitectura, de diseño simétrico y revestimiento en ladrillo rojo, recuerda a un castillo inglés y fue obra del ingeniero polaco Jordan Wysocki, quien la proyectó a pedido de Domingo F. Sarmiento. En su interior, amplias salas y arcos conectan los diferentes espacios, en los que Carla relata detalles de la vida de Thays y su legado en el paisajismo argentino.
El recorrido continúa en el invernáculo principal, una estructura de hierro y vidrio adquirida en 1897, que alberga una colección de plantas subtropicales. Este invernáculo, con una cúpula de vidrio y detalles ornamentales, fue diseñado para conservar condiciones especiales de temperatura y humedad, y su interior contiene helechos y plantas de la familia de las bromeliáceas, nativas de América.
El arte es otra de las sorpresas del Jardín, con esculturas y rincones inspirados en los jardines franceses del siglo XVIII. Destacan las estatuas de estilo grecorromano, como las de Venus y Mercurio, que se encuentran rodeadas de detalles florales que evocan los jardines de Versalles. Este espacio es un claro ejemplo de cómo se entrelazan naturaleza y arte en el lugar.
Uno de los rincones más especiales es el Jardín de Mariposas, un espacio diseñado para que estos insectos puedan completar su ciclo de vida en libertad. A diferencia de un mariposario cerrado, aquí las mariposas se alimentan y se reproducen en un entorno abierto, rodeadas de plantas nectaríferas y hospederas.
Para los visitantes, la experiencia en el Jardín Botánico es un viaje único que deja con ganas de más. En De Raíz, se seguirán compartiendo nuevos detalles de este encantador rincón de Buenos Aires, un lugar en el que cada visita revela algo nuevo.