Germán Cuitiño Christin es representante de la firma cooperativa TecnoFlor y, en el marco de una recorrida en busca de novedades para el sector viverista, nos presentó un insumo que está ganando popularidad tanto en viveros productores como entre aficionados a la jardinería urbana. “Este tipo de productos se utiliza muchísimo en ambos contextos”, explicó Germán. “En casa, por ejemplo, es muy práctico para quienes quieren germinar una semilla o hacer algún clon de una planta”.
¿A qué se refiere? El producto en cuestión son pequeñas pastillas de turba comprimida. A simple vista parecen insignificantes, pero una vez hidratadas se expanden y están listas para sembrar. “Son ideales para germinar semillas o para hacer estacas”, detalló Germán. “Por ejemplo, en el caso del pistacho -que tiene una semilla muy costosa- estas pastillas permiten una mayor tasa de germinación”, abundó.
Estas pastillas de turba ofrecen ventajas claras. Al venir secas y comprimidas, ocupan muy poco espacio, lo que reduce significativamente los costos y complicaciones del transporte y almacenamiento. Además, se pueden usar de manera dosificada según necesidad, lo que evita desperdicios.
La turba con la que están fabricadas está especialmente calibrada para favorecer el enraizamiento y la germinación, lo que mejora notablemente el rendimiento de cada siembra. Otro punto importante es que, al ser un sustrato controlado, se reducen los riesgos de enfermedades o contaminación, promoviendo una mayor sanidad vegetal desde el inicio.
Respecto a la época ideal para germinar, Germán señaló que la primavera y principios del verano son momentos óptimos, ya que las temperaturas más cálidas y la mayor cantidad de luz natural favorecen el desarrollo de las plántulas.
Aquí video completo con la entrevista hecha por el equipo de De Raiz
¿Y qué pasa después de que la planta crece? “Depende del proceso de cada productor. Se puede trasplantar a un recipiente más grande o incluso llevar directamente al campo”, explicó Germán. “La malla que recubre la pastilla permite el crecimiento de raíces hacia afuera, lo que genera un efecto de autopoda. Esto favorece el desarrollo de una planta más robusta que puede adaptarse mejor al trasplante”.