En mayo pasado el equipo de De Raíz visitó “Laberinto Pampa” en San Antonio de Areco. Se trata de un laberinto hecho de bambúes, el primero de su tipo en Argentina y el tercero en el mundo, que ofrece una experiencia única para conocer más sobre esta especie a través de vivencias sensoriales.
La anfitriona y creadora de este espacio es May Borovinsky, artista y gestora de culturas y paisajes, quien en esta ocasión invita a los visitantes a profundizar en los mitos y verdades del bambú, una familia de plantas con “mala fama” debido a los rizomas corredores de algunas de sus especies.
“El bambú es un pasto gigante. Existen más de 1600 especies en el mundo y más de 400 son nativas de América. En Argentina hay más de 22 especies nativas registradas”, detalla May en su cuenta de Instagram, con el objetivo de que todos conozcamos un poco más sobre esta especie.
Por otro lado, la creadora de Laberinto Pampa asegura que el bambú es considerado mundialmente como un remediador ambiental. “Produce un 35% más de oxígeno que un bosque de árboles. Filtra, conserva y contiene el agua de las cuencas y los cursos hídricos”.
También es un recurso renovable porque reemplaza a la leña y al carbón, quitando presión sobre los bosques nativos. Es utilizado en construcción, fibras textiles, papel, alimentación, artesanías.
“El bambú también conserva suelos protegiéndolos de los agentes erosivos naturales. Como si fuera poco, contribuye en la mitigación del cambio climático. Más de 2/3 de las especies crece en matas, mientras el resto posee rizomas que forman bosques. Son de propagación vegetativa. Regula el nivel freático, disminuye la evaporación en períodos de sequía y fija el carbono en los suelos”, agrega May.
Las especies de rizoma simpodial, que al crecer forman matas son miles. Algunas de las plantadas en Laberinto Pampa incluyen:
Bambusa Oldhamii: genera matas circunscriptas que pueden superar los 3-4 metros de diámetro con crecimientos erguido y alturas que superan los 12 metros. Sus cañas pueden llegar a los 10 centímetros de diámetro y se usan en construcción, mueblería y artesanía. En el campo y parques es una excelente barrera visual sonora y contra el viento. Produce exquisitos brotes, sus hojas tienen buen valor nutricional como forraje y son ideales para hacer té y aprovechar el poder antioxidante que le confiere su contenido en flavonoides.
Bambusa tuldoides: genera matas circunscriptas que pueden superar los 4 metros de diámetro, con cañas de entrenudos largos y diámetros de 5,5 centímetros y alturas superiores a los 8 metros. Es una fuerte barrera de viento y sonido gracias a su follaje tupido. También es una barrera física infranqueable como cerco. Se abre en altura marcando arcos góticos. Sus hojas caulinares son fuertes y útiles en artesanías e industria.
Bambusa ventricosa: se expresa en matas circunscriptas cerradas. Es rústica y vigorosa y resiste los climas templados. Sus cañas, en condiciones ambientales favorables pueden llegar a los 10 centímetro de diámetro, con longitudes superiores a los 7 metros. Tiene una peculiaridad que le da un valor agregado en paisajismo ya que sus cañas tiene entrenudos muy cortos cuyas bases se ensanchan en forma de gotas, por esta característica se las conoce vulgarmente como “barriga de buda”.
Bambusa multiplex: con cañas flexibles y amarillentas, erectas en la base y curvadas hacia el ápice. Se usa en construcción, mueblería y artesanía.