En el corazón de Recoleta, un jardín histórico se transforma en un aula viva de jardinería orgánica. Todos los jueves, un grupo de voluntarios se arremanga para cuidar, aprender y conectar con la tierra, invitando a otros a unirse a esta experiencia.
Este jardín, ubicado en el Museo Nacional de Arte Decorativo, no solo ofrece un paseo visual increíble, sino que también se convierte en un espacio donde la jardinería se practica con consciencia y compromiso.
Diseñado en 1915 por Achille Duchêne, un referente del paisajismo francés, el jardín cuenta con caminos en eje, parterres impecables y buxus recortados de forma perfecta. Lo más sobresaliente es que el cuidado del jardín está a cargo de un equipo que apuesta por técnicas orgánicas.
El equipo de De Raíz charló con Hernán Corominas, el paisajista responsable, quien ha optado por eliminar el uso de químicos, priorizando la salud del entorno, especialmente considerando la alta circulación de visitantes, incluidos niños.
Mirá la entrevista:
En este particular jardín se emplean técnicas como la solarización, utilizando cartón o lona para secar el césped y eliminar malezas, así como métodos para sacar yuyos sin agroquímicos. Además, se realiza compost con los restos del propio jardín, devolviendo nutrientes a la tierra.
Cada jueves, los voluntarios se calzan los guantes y participan activamente en el mantenimiento del jardín, aprendiendo sobre jardinería ecológica de manera práctica. Una de las técnicas que se utiliza es el mulching, que consiste en cubrir el suelo con materiales orgánicos, como hojas secas de laureles, para mejorar la salud del jardín.
Gracias a estos cuidados, los naranjos, que habían sido afectados por la sequía de 2025, han logrado recuperarse. No se trata de recetas mágicas, sino de un plan sostenible que funciona: menos químicos, más manos trabajando en equipo y un aprendizaje activo. El museo brinda las herramientas necesarias, mientras que cada persona que se suma aporta su esfuerzo.
En este video se explica como se hace la técnica del mulching:
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Aquellos interesados en formar parte de esta experiencia verde pueden anotarse a través de Instagram. Los jueves, el museo abre sus puertas para ofrecer una clase de jardinería real, una actividad que promete ensuciar las manos y dejar una sensación de satisfacción.