Cuenta el Diario de Cuyo sobre la preocupación renovada que despertó en San Juan un nuevo negocio de importación de vinos chilenos.
En junio no había ingresado ni una gota de vino chileno a San Juan, pero recién arrancó julio y la noticia es que la bodega Peñaflor trajo una partida de unos 250.000 litros del vecino país, según dieron a conocer fuentes del sector vitivinícola. La novedad causó malestar en el Gobierno sanjuanino porque dicen que no hay faltante de vino en el mercado.
En rigor, los indicadores del negocio vitivinícola son francamente malos, ya que las ventas al mercado interno como las exportaciones han caído respecto de 2016 cerca del 20%. Ver nota al respecto.
Ahora esta nueva importación. “La maniobra afecta los precios del vino e incluso de la uva para la próxima cosecha”, dijo el ministro de la Producción de San Juan, Andrés Díaz Cano, consultado por el tema.
Desde diciembre pasado, cuando comenzaron a ingresar vinos chilenos, a San Juan han entrado unos 20 millones de litros, según dieron a conocer fuentes del sector, que equivalen a poco más de un mes de despachos. En total, a la región, habrían entrado unos 55 millones de litros, casi la mitad de un mes total de despachos del país.
Ya hubo un intento para que la Nación interviniera en el tema, pero no prosperó. Fue en diciembre del año pasado, cuando referentes del sector vitivinícola de San Juan y de Mendoza y el ministro de la Producción, Díaz Cano, le plantearon el caso al secretario de Comercio de la Nación, Miguel Braun, pero el funcionario respondió que no iba a intervenir porque la apertura comercial era política de Estado.
El principal argumento para rechazar la maniobra es que a partir del 1 de junio fueron liberados los vinos nuevos y las bodegas ya no necesitan comprar, si es que en algún momento les faltaba.
Este jueves, el tema seguramente formará parte de las conversaciones que mantendrá el ministro Ricardo Buryaile con los representantes de diversas economías regionales, incluida la vitivinícola, que se nuclean en la CAME.