Cierta vez Gustavo Grobocopatel coqueteó con la idea de exportar la tecnología argentina de siembra directa para cultivar soja a gran escala en la Venezuela de Hugo Chávez, pero pronto salió espantado. En cambio, la historia del comercio bilateral entre ambos países quedó siempre salpicada de sospechas de corrupción, fuertes atrasos en los pagos, visibles sobreprecios y hasta fue manejada por una “Cancillería Paralela” al mando del ultra kirchnerista Julio De Vido.
Todo eso ya sucedió, es historia conocida. Y sin embargo hoy nuevamente el gobierno argentino está empujando a un grupo de empresas agrícolas argentinas para que hagan negocios en la agricultura venezolana. Esta vez, por lo menos, la voz cantante parece tenerla Cancillería, pero la verdadera, la de lso diplomáticos. Lo que se parece entre aquella experiencia de principios de este milenio y esta nueva incursión es que el asesoramiento lo brinda el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó este domingo que un grupo de empresas argentinas realizó esta semana una misión de negocios en Venezuela, destinada a “detectar oportunidades comerciales para productos argentinos y evaluar diversas posibilidades de inversión en el agro venezolano”.
La delegación estuvo integrada por representantes de Rizobacter (pertenece a Bioceres y se dedica a los bioinsumos); Kioshi Stone (fertilizantes y nanotecnología), Tedeschi SA (sembradoras), Hersems (semillas), Chemtec (es una fabricante paraguaya de agroquímicos) Bernardin (sembradoras); Riego SA (especializada en riego) y por Jonathan Bianchi, que es productor de algodón e integrante de la Unión Agrícola Avellaneda.
La delegación de empresarios, según el comunicado oficial, se reunió con el presidente Nicolás Maduro, pero sobre todo trabajó junto al ministro del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierras, Wilmar Castro.
Este nuevo proceso, al parecer, nació de un pedido de los caribeños. “A partir de las necesidades planteadas por el gobierno venezolano para incrementar la siembra de maíz, arroz, soja, girasol, algodón y sorgo, la Embajada argentina, a cargo de Oscar Laborde, diseñó la misión comercial y la agenda de actividades y reuniones entre empresarios y autoridades”, se explicó.
“El objetivo es detectar oportunidades comerciales para sectores tales como maquinaria agrícola, semillas y fertilizantes, entre otros”, aseguró el embajador argentino en Caracas, quien además afirmó que la intención final es cultivar campos venezolanos, para lo cual cuentan con la asistencia de los técnicos del INTA.
“Nuestros países avanzan en la construcción de un mapa de cooperación en materia agrícola, energética y comercial”, señaló Laborde, quien además se reunió con la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez y con el canciller Carlos Faría.
Como antaño, cuando los negocios los capitaneaban De Vido y su lugarteniente en Venezuela, el ex presidente del INTA Carlos Cheppi, la exageración forma parte del nuevo combo. “Antes de fin de año, los productores argentinos estarán cultivando en territorio venezolano una cantidad importante de hectáreas, superficie que sería ampliada en los años venideros”, exageró la Cancillería sin dar precisiones.
El comunicado solo explicó que “para el funcionamiento de estas unidades productivas se realizarán exportaciones desde Argentina de maquinaria agrícola, semillas, fertilizantes, sistemas de riego, repuestos y partes de maquinaria, entre otros. Asimismo, cabe destacar que la misión también ha detectado oportunidades de exportación de este paquete tecnológico también para otros campos en Venezuela, para lo cual ya se han desarrollado rondas de negocios”.
Siempre imitando las enormes promesas del pasado que solo terminaron llenando los bolsillos de unos pocos, Cancillería volvió a exagerar: “Como resultado de los avances de la misión, se espera un incremento sustancial del comercio bilateral”.
La misión de empresarios locales habría realizado visitas a diferentes Estados del país caribeño “para evaluar potencialidades en suelos, calidad de cultivos y mecanización”.
Entre los sitios visitados, se destacan unidades productivas en estado Bolívar, la planta ensambladora de cosechadoras Hugo Chávez en Cojedes, la finca La Pica-Pica en Portuguesa y diferentes almacenes de maquinaria, donde se evaluaron las necesidades de repuestos y partes. Además, se produjo un encuentro en el Estado de Monagas con el Presidente Nicolás Maduro y su comitiva.