Los datos de empleo por rubro económico, recién publicados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, muestran de manera inconfundible que la intervención de las exportaciones cárnicas generó destrucción de empleo en el sector frigorífico argentino.
Hasta la implementación del “cepo cárnico” en el segundo trimestre de 2021, el sector frigorífico, especialmente el bovino, venía mostrando una capacidad de creación de empleos inédita en una economía primero golpeada por la crisis económica de 2018/2019 y luego por el encerramiento obligatorio promovido a causa de la pandemia de Covid-19.
El sector frigorífico, gracias a importantes inversiones en capacidad de faena, desposte y capacidad de frío, fue incorporando nuevos trabajadores para dar respuesta, fundamentalmente, a la creciente demanda de proteínas cárnicas por parte de China.
La última caída de empleo en el sector cárnico se había registrado en 2018 con la súper devaluación del peso instrumentada durante la gestión de Mauricio Macri. Pero en ese momento, cuando el sector logró estabilizarse, continuó creciendo de manera ininterrumpida.
La diferencia ahora es que, debido al cepo cárnico implementado el año pasado y reforzado en 2022, no existe posibilidad de recuperación del empleo en los frigoríficos, dado que, al no poder exportar con libertad en un marco de incertidumbre y discrecionalidad, las empresas del sector no están con planes de sumar trabajadores.
Luego de alcanzar un máximo histórico de 82.782 trabajadores registrados en el primer trimestre de 2021, en el segundo trimestre de ese año se perdieron 260 empleos y esa cifra se amplió a casi 800 en el tercer trimestre de 2021.
Se trata de una noticia triste en un contexto en el cual, según datos oficiales, el 40,6% de la población vive por debajo de la línea de pobreza y necesidad de manera urgente oportunidades laborales para poder salir de esa situación.
La otra mala noticia es que el “cepo cárnico”, si bien generó daños concretos en las industrias frigoríficos y el nivel de empleo presente en la actividad, no logró cumplir –tal como se advirtió en su momento– el objetivo de reducir el precio interno de la carne vacuna.