El avance de la frontera agrícola y ganadera significó el desmonte de una extensa zona rural. Esto sin dudas favoreció las inversiones y el movimiento económico, pero también despertó las críticas de quienes consideran que las cosas no se hicieron bien y que se avanzó sobre el bosque nativo.
El caso de Daniela Pardo Méndez es el de la amplia avenida del medio, ya que su campo en San Luis, llamado La Siempre Viva, está completamente poblado por flora y fauna autóctona. Ella logra en ese ambiente producir ganadería cuidando el ecosistema natural que le es propio.
“Estamos al norte de la provincia de San Luis, en uno de los últimos cordones del Parque Chaqueño que comienza en Paraguay y llega hasta San Luis. Este es el segundo en importancia en toda América después del Amazonas. El Chaco tiene tres regiones importantes, el Chaco húmedo, el semi-árido y el árido. Nosotros estamos en el último” explicó Daniela.
“Acá hacemos ganadería bajo monte nativo desde hace 37 años. Siempre pensamos en producir conservando, junto a Carnes para un mundo mejor, ambos son nuestro lema. El monte ofrece recursos que pueden ser explotados y esto no quiere decir pasar con una topadora, sino aprovechar y desarrollar los que nos ofrece”, agregó.
El aprovechamiento de esos recursos naturales que no se alteran por la mano del hombre en este caso tiene que ver con hacer productos fitoterapéuticos “que extraemos de las plantas que están acá, lo que nos da otra actividad alternativa a la ganadera. Otros hacen lo mismo cosechando vainas de algarroba y hacen harina. El monte ofrece también sus propios servicios. Y ahora, ni hablar, también se está empezando a hablar de los servicios ambientales” contó Daniela, quien pasa sus días en ese establecimiento familiar por el que siente gran respeto y la obligación de su cuidado y preservación.
Su establecimiento tiene 10.000 hectáreas donde la ganadería es de cría extensiva y está en una reserva considerada por ley de bosques nativo. La productora contó a Bichos de Campo que existen políticas públicas que fomentan y premian a quienes cuidan el monte. Una de ellas es la ley nacional de protección al bosque nativo, otra de ellas “es el Fondo Verde para el Clima, que entró a la Argentina a través de las Naciones Unidas y que apoya el desarrollo de ganadería bajo monte, se llama MBGI, Manejo de Bosques con Ganadería Integrada”.
Daniela considera que es muy importante conservar y desarrollar este tipo de producción y tomar conciencia del alimento que se ofrece y que se consume, así como también acuerda con el engorde de hacienda sobre pastizales porque “al cuerpo hay que darle la nafta Premium, la de mejor calidad, como hacemos con los autos, si le ponés la súper continuamente ponés en riesgo el motor. Lo mismo pienso sobre mi cuerpo”.
El cuidado de la hacienda es clave para lograr una mejora calidad del alimento, mucho se viene hablando en el sector desde hace años sobre el bienestar animal. Daniela lo práctica gracias al servicio que le da el propio monte nativo: “Los animales necesitan descansar a la sombra bajo un monte y no estar expuestas al sol continuamente con temperaturas que superan los 40 grados, como sucede en muchos casos”.
La disponibilidad de forraje no es lo que abunda en esa región ya que llueven de promedio solo 150 milímetos y la receptividad de su campo es de 1 vaca 15 hectáreas.
“Los libros dicen que llueven 300 milímetros pero no es así, es mucho menos. Por eso tenemos cinco represas cinco que colectan agua de lluvia. Cuando llueven 25 milímetros, tenés que garantizar que toda el agua entre en la represa. Tenemos un potrero por cada represa y gracias al fondo de bosques nativos pudimos, hace dos años, financiar parte de la construcción de un tanque australiano porque el gobierno nos trajo agua de un acueducto y el acueducto atraviesa el campo, con lo cual extraemos agua de ahí. Y ese tanque lo usamos en caso de emergencia hídrica”, explicó sobre el manejo del agua que es clave en el cuidado de las vacas.
Otro aspecto fundamental en la eficiencia de la producción ganadera en las condiciones climáticas y geográficas de la región y teniendo en cuenta que se trata de un bosque nativo es la rotación de la hacienda.
“Eso es clave. Cuanto más partido el campo y mejor rotación uno le da, más eficiente es no solo el manejo del rodeo, sino también más eficiente el paulatino crecimiento y el tipo de especies que emergen a partir de que el suelo no es erosionado por la pesuña de la vaca y por supuesto el ramoneo que rumiante hace”.
El rodeo es de 500 animales pero la intención es producir más gracias a que lograron generar más potreros y subdividir el campo.
“Tenemos intenciones de promover un poco la siembra de forrajeras nativas, es bastante difícil de conseguir, hay oferta de semillas exóticas que muchas personas implementan para subir la carga y mejorar la oferta. Nosotros hacemos únicamente cría por ahora, por la rusticidad del predio y de la zona, sacamos al destete y vendemos, idealmente, a algún productor de la Alianza del Pastizal, para que podamos terminar con la cadena productiva, con el sello distintivo de que esta carne fue producida bajo pastos naturales, pastizales nativos”, contó Daniela
En su campo podrían caber más animales, pero su visión del sistema productivo y ambiental es otro: “nosotros vivimos de los recursos naturales, por eso nuestra mirada está únicamente puesta en el dinero, si hago eso voy a terminar agotando esos recursos naturales de los cuales me hice del dinero. Pensar en el negocio ya no puede estar alejado de una mirada más global e integrativa sobre la vida, porque cuando yo deshumanizo la naturaleza, me deshumanizo a mí como persona. Y entonces me pregunto: ¿Cuál es el mundo que quiero caminar? ¿Cuál es el mundo que quiero vivir? Porque esta es mi casa. ¿Cómo quiero que sea mi casa?” explicó sobre su visión de la producción y de la vida.
La Siempre Viva, el establecimiento de Daniela participa de Alianza del Pastizal, una agrupación ligada a Aves Argentinas que promueve este tipo de prácticas más regenerativas y alienta este tipo de producción y también forma parte de la Red Argentina de Reservas Privadas.
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En el campo hay Quebracho Blanco, Algarrobo, Atamisqui, tenemos Jarilla, tres tipos de jarilla que es algo muy único, muy espectacular y muy lindo de tener, también Palo azul, Chañar, Brea, Tintitaco, Retamo, etc.
Con esas plantas y la ayuda de una especialista produce su línea de productos fitoterapéuticos recuperando saberes de “los propios vecinos, de sus abuelos, porque vas a la casa del vecino a tomar mate y te cuenta que su abuela le daba tal o cual producto cuando estaba mal de los riñones, por ejemplo”.
“Estoy produciendo una línea de productos que se toman en gotas por ahora y las personas lo toman como asistente para la salud. Por ejemplo, tenemos un combinado para el sistema respiratorio que es a base de seis plantas, corteza de Chañar, Algarrobo, Tala, Molle Morado, Jarilla, etcétera, y eso desintoxica las vías altas y bajas del sistema respiratorio. Entonces es expectorante, es bueno para el asma, cuando estoy con gripe me hace bien, si estoy con los bronquios tomados me ayuda a limpiar y, por ejemplo, es ideal para el otoño” contó Daniela.
Puedes conocer más de este proyecto y adquirir sus productos en Instagram @siemprevivanature o enviarles un email a lasiempreviva.do@gmail.com
Que bueno esto, me encantó, preservar el monte nativo y producir, desde hace 150 años (nada para el planeta) se desmontó el 85% del monte nativo argentino, la perdida de ambientes y biodiversidad es monumental, ya tomamos demasiado, soy agronomo y deberiamos poner fin a esto y restaurar, nadie va a ser mas rico por seguir con esto, compramos los campos baratos justamente porque no se podia desmontar, saludos
En INTA La Rioja entre 1985 y 1995 demostrarmos que se puede hacer Manejo Racional y Regenerativo del Pastizal natural en el Chaco Árido, con uso de tecnología apropiada tanto para producción bovina como caprina. Al principio parace complicado, los 2 primeros años hay que tener paciencia y de ahí en adelante uno comprueba el beneficio de la recuperación de la vegetación y el aumento de la productividad animal.
Matemática. 10.000 ha para 600 vacas…que rastrillan toda la propiedad, buscando que comer. Con pasturas implantadas,, que debe ser con riego en esa zona, en 200 ha tengo las 600 vacas. Y dejo las 9.800 sin tocar, que se regenere el bosque nativo. Eso sería “producción con conservación.
Buenisimo.estoy haciendo lo mismo como hobby a pequeña escala para mostrar a mis congéneres que es posible recuperar una parte de monte nativo ..Es terrible la degradación de la capa fertil.Aqui en E.R con lomadas las lluvias han llevado todo Hoy subsiste la agricultura por aplicaciones de insumos de fertilizacion importados de muy alto costo. Ademas de curvas de nivel se necesita recuperar la capa fertil HAY que generar IDEAS para frenar la desertificacion AGRICULTURA RESPONSABLE
Sabia la puntana… Comprende y ama la naturaleza. Eso es lo que escasea, no el agua… el amor a la creación… demasiada adoración al dios dinero para tapar dolores y quien sabe cuánto más, pero nada de eso se va con uno a la tumba y solo deja carroña para que los descendientes se la disputen como buitres… Salud a todos los que aman está tierra como a su propia madre !!!