Hace pocos días, dimos a conocer un artículo de opinión escrito por Daniel Lema y publicado por el portal Infobae, en torno a las trabas impuestas por Estados Unidos y por la Unión Europea (UE) al biodiésel de origen argentino.
Entrevistado por Bichos de Campo, el investigador del Instituto de Economía del INTA explicó que “si bien el efecto de las retenciones diferenciales no es un subsidio explícito, desde el punto de vista económico tiene el mismo efecto. Baso mi opinión en fundamentos de teoría económica, que sostiene que cuando hay un impuesto diferencial del tipo de exportación, el procesador adquiere el insumo más barato que el precio que tendría en situación de libre comercio”.
Debido a esa situación, según Lema, la disparidad de aranceles “tiene el mismo efecto económico que si se tratase de un subsidio, aunque no lo sea, lo que genera la posibilidad para las empresas de exportar con una ventaja importante, entrando a mercados con precios muy competitivos”.
Lema, que también es Coordinador Académico de la maestría de negocios en la Universidad del Cema, remarcó: “Como los mercados de biodiésel son pequeños y regulados, se llenan rápidamente y hay que competir por precio”. De allí que las ventajas de este tipo encuentren reacciones tan rápidas y fulminantes de los productores locales.
“El tema es que la ventaja es muy grande en términos de diferencial. Es decir, tenemos 27% de retenciones para el aceite, 30% para el poroto de soja y 0% de retenciones para el biodiésel, lo que hace que la industria que produce biodiésel compre el poroto de soja con descuento del 30%, y una vez procesado, lo exporte pagando 0% de retenciones”, explicó.
Escuchá el reportaje completo a Lema:
El economista agregó que “esto le da ventaja a la empresa, en términos de adquisición del insumo barato, lo cual le permite bajar el precio del producto final, a tal punto que se llegó a vender biodiésel mucho más barato que el aceite de soja, lo que llama la atención a las comisiones de investigación de comercio exterior. Y así vemos como las empresas locales presentan denuncias, y las mismas son aceptadas rápidamente”.
Con respecto a la situación argentina con la Unión Europea (UE), Lema comentó que “la UE puso derechos antidumping muy altos, y esos cálculos se volvieron cuestionables, lo que dio vía a reclamos judiciales que complejizaron la situación, ya que el hecho de que una empresa tenga un diferencial de retenciones que le permita comprar la materia prima más barata no significa que por eso se produzca dúmping”.
Agregó: “Una cosa es el subsidio y otra el dúmping. De allí derivó el fallo de la OMC, el cual fue mixto, porque por un lado dijo que había dúmping, ya que la aplicación de los derechos de exportación genera una distorsión económica, pero a su vez dijo que esos derechos fueron mal calculados; por lo que hubo una apelación que se resolvió en octubre pasado. Ahora bien, la UE aún no rebajó aún esos derechos, pero lo que debería hacer es recalcularlos a la baja. Todo depende de la diplomacia de ambas partes”.