¿Recuerdan cuando Ricardo Echegaray o Guillermo Moreno imponían sus criterios (bastante discrecionales y oscuros, por cierto) para distribuir la Cuota Hilton entre los frigoríficos exportadores? En aquel entonces, la mayoría de los funcionarios y dirigentes rurales que ahora ocupan cargos en el Gobierno de Cambiemos eran férreos opositores y ponían el grito en el cielo pidiendo un reparto transparente. Reclamaban incluso una ley del Congreso.
Nada, solo hay que recordarlo: El gobierno se termina (al menos en su primer periodo) y no hubo ni siquiera un proyecto de ley ni el más mínimo amague de debate sobre este asunto. Una vez más, las cosas que se proclaman desde un lado del mostrador se olvidan cuando se cambia de bando y se empieza a repartir la torta.
Este gobierno de Cambiemos termina además repitiendo una mala costumbre del kirchnerismo.
En junio de 2015 aquella gestión ingresaba en su etapa final y no sabía si iba a ser reelecta, pero mediante el decreto 1231/15 firmado por Cristina Kirchner decidió prorrogar hasta el 30 de junio de 2018 el régimen de distribución de ese cupo de exportación de carne vacuna a Europa. Esto es, los kirchneristas definían reglas más allá de la elección, para atar de manos manos a los funcionarios que los sucedieran.
En rigor, la UCESCI (un engendro inventado por Moreno para reemplazar la ex ONCCA) siguió tallando un tiempo más en la distribución. Y Agroindustria tardó por lo menos dos años en recuperar las facultades históricas que tenía en esta materia.
Esta añoranza viene a cuento de que, a pocos meses de una nueva elección presidencial, cuando no se sabe si Cambiemos seguirá en el poder o deberá dejar su lugar a otro movimiento político, desde el Gobierno se anunció un decreto para fijar nuevas reglas para el reparto de la Cuota Hilton hasta… junio de 2023.
Parecen historias calcadas. Vaya casualidad, se reproducen justo justo empieza el proceso electoral.
Como sea, ahora será el gobierno de Cambiemos el que le atará las manos a la gestión que viene.
Esta repetición fue anunciada este jueves, en una reunión con representantes del sector frigorífico, por el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Según informó la agencia Télam, el funcionario anticipó que para el próximo ciclo 2019/20 se mantendrá el esquema vigente ahora, pero que después un decreto presidencial fijará las reglas de reparto para los periodos 2020/21, 2021/22 y 2022/23. Es decir, los que corresponderían a un nuevo periodo de gobierno.
“Durante la reunión se anunció que se va a sacar por decreto los lineamientos para los próximos cuatro años para darle previsibilidad a la industria en lo que respecta a Cuota Hilton, que además le aporta seguridad jurídica”, explicó el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Jesús Silveyra, actuando de vocero.
Y todo sin debate. Ni legislativo ni de nadie. Ni siquiera se convocó a una audiencia pública para debatir un asunto sensible. Por cierto, para quien no lo recuerde, la Cuota Hilton representa negocios de exportación de carne por unos 400 millones de dólares anuales. Como son 29.500 toneladas de cortes vacunos caros que ingresan a la UE pagando menos aranceles, la distribución de estos cupos implica que el Estado define ganadores y perdedores.
Según anticipó Etchevehere, para la distribución de la Cuota Hilton que le tocará al nuevo gobierno los criterios adoptados por el viejo gobierno considerarán “la performance exportadora que tuvieron (los frigoríficos) para todos los destinos de exportación de los tres períodos inmediatamente anteriores ponderados: el primer año al 50%, el segundo año al 30% y el tercero al 20%”. Hasta ahora, este concepto de ‘past performance’ se aplicaba solo tomando en cuenta los embarques de cortes tipo Hilton.
Pero hay cosas que se repetirán en la nueva distribución. Como hasta ahora, el 90% de las 29.500 toneladas irán a manos de los frigoríficos (hay unos 30/40 que reciben su cuotaparte), mientras que el restante 10% se repartirá entre una veintena de grupos de productores.
Otra fórmula que se mantendrá será establecer un “fondo de libre disponibilidad” para el remanente adjudicado pero no exportado. Esto es, en febrero de cada año se volverán a repartir los saldos que no hayan sido embarcados hasta ese momento.
Al menos, al parecer, el gobierno de Cambiemos ha decidido dejar de repetir otra costumbre malamente heredada del kirchnerismo: sus principales funcionarios han decidido ahorrarnos las peleas por ver quién maneja esta distribución. Esta puja existió claramente hacia fines de 2018, cuando la secretaria de Comercio, Marisa Bircher (emigrada hacia el Ministerio de Producción), amagó con quitarle esa facultad a Etchevehere, tal como contó oportunamente Bichos de Campo.
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El nuevo decreto, según se supo, fue elaborado por el Comité tripartito creado como solución a esa fuerte interna. Lo avalarían la Secretaría de Agroindustria, la de Comercio Exterior y la Jefatura de Gabinete. Es decir, contaría con consenso de todos los actores.
Se desconocen por ahora qué efectos tendrá la nueva fórmula que Cambiemos impondrá al nuevo gobierno.
La concentración y extranjerización del cupo también han sido costumbres repetidas entre el último gobierno de Cristina Kirchner y el de Mauricio Macri. En ambos casos, una decena de empresas acapararon casi 65% de la Hilton.
En el ciclo 2018/19, Agroindustria distribuyó 28.533 toneladas. La empresa con mayor participación en el cupo fue QuickFood (brasileña), con 3.100 toneladas asignadas, mientras que Swift (brasileña) se ubicó en segundo lugar con 2.409 toneladas. Luego figuran Importadora y Exportadora de la Patagonia (La Anónima), con 2.363 toneladas; Friar con 2.055 toneladas; Arre Beef con 1.874 toneladas; y Frigorífico Rioplatense, con otras 1.872 toneladas.