El presidente Alberto Fernández encabezó la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur -en la que Argentina cedió la presidencia pro tempore del bloque a Brasil-, luego de que el Gobierno de Uruguay anunciara que negociará acuerdos comerciales por su cuenta. Durante el encuentro, Fernández aprovechó para hacer un poco de “autobombo” de su gestión y resaltó el compromiso de Argentina de cumplir con el Tratado de Asunción.
“El Mercosur es una herramienta de reconocimiento con el mundo, una plataforma donde podemos mostrar la producción, generar valor agregado y trabajo para nuestras sociedades. Argentina como presidenta pro tempore, ha venido revisando los aranceles externos común y la política de relaciones externas del bloque”, señaló el mandatario argentino en un clima de tensión que se cortaba con cuchillo. Durante su exposición estuvo acompañado por el Canciller Felipe Solá y por el Ministro de Producción Matías Kulfas.
Si bien la reunión se realizó en forma virtual en la Casa Rosada, las caras de los funcionarios daban cuenta de los ánimos caldeados, tanto así que Jair Bolsonario, presidente de Brasil, se permitió bostezar en varias oportunidades. Ese malestar ya venía gestándose desde principio de año cuando el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, se reunió con sus pares de Brasil y Paraguay para tantear el terreno de la flexibilización del Mercosur.
Esto terminó de concretarse ayer, previo al inicio de la Cumbre, cuando el primer mandatario del país oriental anunció que comenzará a negociar Tratados de Libre Comercio (TLC) con naciones centrales. La decisión implica actuar en contra del Tratado de Asunción, al que adscribieron los países miembros del Mercosur, que define que las negociaciones deben realizarse de manera conjunta.
“Nuestro compromiso fue la búsqueda del consenso. Consenso es respetar la ley de nuestro bloque. Creemos que no podemos resignar esto, somos todos parte de estados de derecho y el respeto a la ley es una regla”, dijo Fernández aplicando lo mejor del clásico libreto de un político.
El presidente concluyó afirmando que “es importante honrar los contratos fundacionales que firmamos. Unidos podemos consolidar un Mercosur creativo, que avance de la mano de sus pueblos y no se corte solo, imponiendo visiones unilaterales.”
Increíblemente, cuando culminó el discurso de Fernández, el gobierno argentino cortó de manera imprevista la transmisión oficial del acto, de manera tal que los discursos de los restantes presidentes de las naciones que integran el Mercosur quedaron fuera del evento.
Los equipos de comunicación de los gobiernos de Brasil, Uruguay y Paraguay tuvieron que salir a las apuradas para realizar las transmisiones que debió realizar el gobierno argentino.