El Instituto Nacional de Semillas (Inase) recomendó a los empresarios y profesionales del sector agrícola que, ante la detección de cepas resistentes de mancha en red (Pyrenophora teres), se realicen en cebada tratamientos adecuados con fungicidas que actúen sobre el patógeno, además de hacer análisis sanitario de semillas antes de la siembra.
Investigadores de la cátedra de fitopatología de la Facultad de Agronomía de UBA (Fauba) confirmaron por primera vez en América la resistencia de cepas de Pyrenophora teres a carboxamidas, estrobilurinas y al triazol cyproconazole.
Se trata de las enfermedades de mayor importancia en el cultivo de cebada en el Cono Sur, la cual aparece en todas las regiones donde se cultiva cebada y, desde los primeros estadios fenológicos, provoca pérdidas de rendimiento estimadas en un 20% en promedio.
El síntoma típico de la enfermedad ocurre principalmente en las hojas, donde aparecen estrías necróticas longitudinales y otras transversales conformando la “mancha en red”. Entre los componentes más afectados se encuentran el peso de los granos y el número de granos por metro cuadrado, indica un informa publicado por Aapresid.
El patógeno causante de la mancha en red también causa la disminución del extracto de malta, lo que afecta la calidad maltera para la producción de cerveza (¡información importante para los amantes de la cerveza!).
Los estudios determinaron que los triazoles epoxiconazole, prothioconazole y propiconazole continúan siendo efectivos para el manejo de la mancha en red, con lo cual se recomienda su uso.
Actualmente, la variedad Andreia representa aproximadamente el 60% del área total de cebada, genotipo que es altamente susceptible a esta enfermedad. “El uso continuo de esta variedad llevó a tornarla aún más susceptible y a aumentar considerablemente la cantidad de inóculo presente en los lotes, con el consiguiente riesgo de generación de resistencia”, apunta el informe de Aapresid.
Cabe destacar también que este es un patógeno muy frecuente en semillas y que la siembra de cultivares infectadas introduce la mancha en red en campos nuevos o bajo rotación.
“En Argentina se realizan muy pocos análisis sanitarios de semillas previo a la siembra y la elección de fungicidas curasemillas representa actualmente una etapa crítica para la producción de cebada”, recomendó Aapresid.
En cuanto al uso de fungicidas foliares, existen recomendaciones de realizar división de dosis para el control de enfermedades, pero es necesario tomar conciencia que esta práctica selecciona con más fuerza cepas resistentes. “Esto se debe a que, si la dosis de cada aplicación se reduce a la mitad o se divide, el periodo de tiempo durante el cual la selección se lleva a cabo se duplica. Sin lugar a dudas, esta recomendación debe haber sido uno de los factores más influyentes para la generación de cepas resistentes”, indicó la entidad técnica.