El Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina aún no logró recuperar el nivel prepandémico: en el segundo trimestre de 2021 aún se encuentra un 5,0% por debajo al del mismo período de 2019.
La principal explicación de la debacle reside en la pobre performance del sector agrícola, que en el segundo trimestre de este año –según el Informe de Avance de Nivel de Actividad publicado por el Indec– se ubicó nada menos que un 16% por debajo del mismo lapso de 2019.
El dato puede resultar un tanto confuso para algunos desprevenidos porque los elevados precios internacionales de los granos pueden hacer creer que el agro argentino va “viento en popa”. Pero la realidad es que la situación actual es solamente un espejismo.
El Producto Bruto, que mide la suma de los valores agregados de las diversas etapas de producción de los diferentes sectores productivos, muestra que en los últimos dos años la producción agrícola estuvo destruyendo valor en lugar de crearlo.
El dato no puede extrañar a nadie porque el sector está “hasta la manija” de presión impositiva, además de encontrarse afectado por las más diversas regulaciones que impiden el normal desarrollo de sus actividades.
La ironía es que en el sector ganadero en el segundo trimestre de este año registró un crecimiento del Producto Bruto del 10,9% gracias, fundamentalmente, a la gigantesca demanda china, fenómeno que –insólitamente– fue desactivado por el gobierno de Alberto Fernández por medio del cepo exportador cárnico.
El sector silvícola creció un 9,7% en los últimos dos años, al tiempo que la industria maderera lo hizo en una proporción del 6,3% y la papelera en un 4,9%.
Otra buena noticia es que en los últimos dos años el Producto Bruto de la industria elaboradora de alimentos y bebidas creció un 9,4% debido principalmente al auge de la cocina hogareña y a los crecientes subsidios oficiales destinados a los sectores más desfavorecidos, los cuales emplean el grueso de sus ingresos en alimentos.
Un párrafo aparte merece el sector de maquinarias y equipos, que en los últimos dos años creció nada menos que un 34,4% gracias, en buena medida, al auge de la maquinaria agrícola. La industria química también creció en el período en una proporción del 7,7%, al igual que las fábricas automotrices (+9,9%).
Los sectores económicos que siguen muy complicados son el de hotelería con una caída del Producto Bruto del 71,7% en los últimos dos años, mientras que esa cifra es del -43,4 en el caso de los restaurantes y bares.