Luego de la avalancha de ventas de soja impulsada por el régimen del “dólar soja” instrumentado en septiembre pasado, se inició una fase de “sequía comercial” en el mercado argentino que afectó a varios productos.
Tal como adelantó en su momento Bichos de Campo, luego de las ventas masivas de soja realizadas el mes pasado la mayor parte de las empresas agrícolas tienen liquidez suficiente para “aguantar” hasta la cosecha de trigo y cebada por realizar en el último bimestre de este año.
Pero ese fenómeno, además de afectar las ventas de soja –algo esperable–, también impactó en la comercialización de otros productos clave para abastecer cadenas de valor agroindustriales.
En el caso del maíz, el ritmo de comercialización descendió desde fines de agosto pasado para no volver a recuperarse desde entonces, lo que representa un problema importante para todos los sectores que necesitan abastecerse regularmente del cereal, como el avícola, porcino y feedlotero.
Un fenómeno similar se registró con el sorgo, cuya comercialización decayó de manera significativa desde mediados del mes de septiembre hasta la fecha y no muestra señales de recuperación.
La gran pregunta de ahora en más es cuánto se extenderá la “sequía comercial”, especialmente teniendo en cuenta que la siembra de maíz temprano se está derrumbando por el temor a una seca estival feroz y la oferta de ese producto podría llegar a ser limitada.
En la actual coyuntura resulta fundamental evaluar la realización de coberturas de precios por parte de los usuarios de maíz, especialmente teniendo en cuenta que el valor del contrato Maíz Rosario Abril 2023 del Matba Rofex podría aún no estar reflejando la situación de disponibilidad de oferta del producto para esa fecha.