Unas 58 millones de mujeres viven en las zonas rurales de América Latina y el Caribe y serían responsables del 80% de la producción de alimentos, pero su trabajo está subregistrado y apenas el 10% tiene acceso al crédito y sólo el 5% a programas de asistencia técnica. Esa fue la principal conclusión del 1° Foro de ministras y viceministras de Agricultura de las Américas. El evento en sí constituyó toda una novedad, por la gran cantidad de mujeres que están empezando a ocupar cargos importantes para definir las políticas agropecuarias en sus propios países.
El foro llevó el título “Las mujeres al frente de la transformación de los sistemas agroalimentarios” y fue convocado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Con disertaciones virtuales de mujeres de 12 países americanos que ocupan el puesto de ministras o viceministras de Agricultura. Las charlas estuvieron coordinadas por el director general del IICA, Manuel Otero.
Acá podés ver de modo completo el evento:
https://www.facebook.com/IICAnoticias/videos/874670786482755/
“Este foro tiene un significado especial porque se está construyendo el futuro de los sistemas agroalimentarios en un mundo donde nuestro continente es un protagonista clave y donde las mujeres son responsables del 80% de la producción de alimentos en América Latina”, dijo Otero. Luego agregó que “el 40% de esos 58 millones de mujeres que viven en las zonas rurales de América Latina y el Caribe no tiene ingresos económicos propios y solo el 10% tiene acceso al crédito. Es una realidad muy dolorosa y por eso desde IICA queremos apoyar políticas que empoderen a esas mujeres”.
La gran cantidad de funcionarias mujeres que hoy trabajan en puestos expectantes permiten ilusionarse con que va a cambiar esta realidad.
De todos modos, la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan, consideró que “estamos midiendo mal (la incidencia de la mujer rural) porque nos basábamos en los promedios, y en sociedades desiguales los promedios esconden más que lo que reflejan. Esos promedios no nos dicen qué pasa en nuestra ruralidad, donde tenemos los deciles más bajos de ingreso y los jóvenes sufren mas la desigualdad y el desempleo, por lo que deben emigrar de áreas rurales para asegurarse otro futuro”, remarcó.
A su vez, Grynspan declaró que “la agenda de igualdad de género tiene que considerar la heterogeneidad en lo que llamamos ´las mujeres´ porque al hacerlo hablamos de mujeres diversas que viven distintas realidades y que necesitan políticas especificas”.
Luego llegó el turno de las ministras y viceministras, que como se ve son bastantes:
Samantha Marshall, ministra de Agricultura, Pesca y Asuntos de Antigua y Barbuda, explicó que debido a las condiciones climáticas de la isla, sobre todo huracanes y sequias prolongadas, “se crean situaciones difíciles y mucho más para las agricultoras que no consiguen financiamiento de modo sencillo. Por eso estamos pensando en crear un fondo de asistencia para ellas también”.
Marshall hizo hincapié en las desventajas que enfrentan las mujeres con respecto a los hombres y exhortó a trabajar en la pospandemia de Covid-19 para cambiar esa realidad, reforzando la capacitación femenina.
Tereza Cristina, ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil,
destacó que “las mujeres que estamos en la función pública dentro del agro tenemos la responsabilidad de asegurar un mejor futuro para todas las agricultoras. La diversidad de los sistemas agroalimentarios es importante y del mismo modo la equidad y diversidad de géneros, por eso debemos empoderar a las mujeres”.
Cristina pidió “discutir políticas públicas e intercambiar información para ayudar a las mujeres rurales en el continente. Estamos viviendo un ciclo de profundas transformaciones en nuestra sociedad y el papel de la mujer como agente de cambio es cada vez más evidente y fundamental para garantizar la seguridad alimentaria global”.
María Emilia Undurraga, ministra de Agricultura de Chile, expuso que “la variedad de mujeres refleja la heterogeneidad de perfiles, pero para visibilizar aún más su valor necesitamos superar brechas pendientes como las de campo y ciudad. No nos sirven los promedios como dijo Grynspan. Estamos conectados con el bienestar de toda la población, especialmente de los habitantes de las ciudades”.
“Distintos organismos insisten en que, para reducir la inequidad hay que proponer políticas que mejoren el acceso de mujeres a un empleo digno. Una política de Desarrollo Rural recién promulgada en Chile que nos tiene muy orgullosos, plantea este cambio de paradigma y esta basada en el convencimiento de que la ruralidad es un espacio de oportunidades, más considerando que en Chile, 9 de cada 10 mujeres agricultoras son pequeñas”, remarcó Undurraga.
Tanlly Vera, ministra de Agricultura del Ecuador especificó que la pobreza, la inseguridad alimentaria, el desempleo y la falta de protección social figuran entre los desafíos que enfrenta la mujer rural.
“En el sector agrícola ecuatoriano llevamos a cabo una feria donde pudimos demostrar el trabajo loable que realizan nuestras mujeres. El objetivo es tener mas agricultura y tenemos el respaldo de nuestro presidente en esto. Debemos tener una política pública agraria que promueva la igualdad de genero y el empoderamiento de las mujeres en el sector”, pronunció.
Natasha Kim, viceministra adjunta de Agricultura y Agroalimentación de Canadá, afirmó: “En Canadá representamos el 43% de la fuerza laboral pero solo tenemos el 20% de tierras, y en las últimas décadas la proporción de mujeres que trabajan en agricultura ha aumentado”.
“Nos convertimos en mujeres económicamente productivas y dimos el salto para ser tomadoras de decisiones”, agregó pero indicó que es necesario “que ellas puedan acceder a los mercados o a las cadenas de valor sigue siendo una tarea pendiente”.
Entre las participantes también estuvieron Jewel H. Bronaugh, subsecretaria de Agricultura de los Estados Unidos; Martha Lucía Rodríguez Lozano, viceministra de Desarrollo Rural de Colombia; Lily Pacas, viceministra de Agricultura y Ganadería de El Salvador; Judith Ordóñez, subsecretaria de Ganadería de Honduras; Bettina Aguilera Paniagua, viceministra de Agricultura de Paraguay; María Isabel Remy Simatovic, viceministra de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario de Perú y Miriam Guzmán, viceministra de Desarrollo Rural de República Dominicana.