Un vez más la producción de algodón en Argentina enfrenta una amenaza de contaminación de la fibra. Históricamente la impureza del cultivo textil era por la presencia de pasto o restos vegetales provenientes del tallo de la propia planta. Luego de erradicada esta situación, los análisis realizados en el laboratorio de la Asociación para la Promoción del Algodón (APPA) ubicado en Reconquista, Santa Fe, han detectado una nueva fuente de contaminación: partículas de plástico o nylon provenientes de las bolsas de empaque de los fardos luego de la cosecha.
Cristian Zorzón, presidente de la Asociación civil creada en el año 2000 y que agrupa a todos los sectores de la cadena algodonera, advierte que la contaminación por nylon es un problema “muy grave” que viene incrementándose. No parece haber contrasentido más grande que una fibra textil natural esté contaminada con trazas de un producto proveniente del petróleo. Por eso la advertencia de APPA es severa.
Esta nueva amenaza, según los estudios realizados, nació como consecuencia del manejo del algodón, que en los últimos tiempos, ha sido beneficiado por la masificación de una máquina cosechadora que enrolla el cultivo y envuelve esos rollos en un film. El plástico aparece entonces como parte de los insumos que integran el paquete tecnológico implementado para mejorar las antiguas formas rústicas de cosecha.
Cosechar algodón limpio ha sido siempre una exigencia comercial y para ello desde el INTA, en conjunto con la red algodonera santafesina, se han venido recomendando medidas para mejorar las condiciones de almacenamiento de las fibras. Sin embargo, esta solución trajo consigo otra problemática y durante la campaña 2022/23, la contaminación por polipropileno en las pacas de algodón da mucho trabajo a los especialistas de APPA.
“Se detectó acá en el laboratorio la contaminación por ese plástico que se usa para envolver el algodón y evitar que se ensucie. Es un modo de almacenamiento bastante difundido pero trajo ese problema”, aseveró Cristian a Bichos de Campo. El ingeniero agrónomo y también productor algodonero alertó además que “el fardo contaminado no tiene lugar en el mercado y es rechazado por el hilandero porque afecta en la confección de la prenda”.
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-Desde el año pasado se han analizado varias muestras de fardos algodón en el laboratorio ¿Qué magnitud alcanza la contaminación de las fibras?
-Estamos viendo que la contaminación viene incrementándose, es un problema que está en toda la cadena algodonera y parte desde la decisión del productor de hacer ese enfardo de la fibra.
-¿Y qué se está haciendo desde APPA para revertir esta situación?
-Estamos trabajando para que se visualice el problema. Desde APPA junto a la Cámara Algodonera Argentina, la Asociación de Desmotadores y el productor estamos trabajando para que se tome conciencia de la problemática.
Como constancia de que la preocupación por estos casos de contaminación van e aumento, la entidad ha impreso unos curiosos afiches, que enfatizan que está en juego “la bolsa o la vida” del algodón.
-¿Dejar de utilizar esta técnica de empaquetado de algodón sería la solución a esta problemática? ¿Cuál sería la recomendación?
-No. Es un sistema muy cómodo y práctico, muy difundido en todo el país, principalmente en las zonas de Chaco, Santiago del Estero y el norte de Santa Fe. Es un sistema que va seguir estando pero tenemos que encontrarle la vuelta. Justo en esta campaña estamos tratando identificar dentro del proceso, donde están los mayores impactos de la contaminación. Estamos viendo si los puntos críticos de contaminación se localizan en la máquina empacadora o en la desmotadora y así tratar de corregirlo.
APPA impulsó la creación de un laboratorio especializado en medir todos los parámetros de calidad de la fibra del algodón, que incluso ha sido validado y certificado internacionalmente. La idea de hacer este tipo de mediciones es tratar de ubicar a la Argentina como uno de los proveedores de fibra de algodón de calidad a nivel mundial, por eso ante este hallazgo de elementos contaminantes. La contaminación con nylon francamente no ayuda a consolidar esa fama.
Zorzón, de todos modos, se mostró satisfecho. “Lo bueno es que el problema se detectó en el laboratorio y desde APPA salimos a decir que tenemos un problema grave y que ha sido un requerimiento de parte de los hilanderos”.
-¿En Argentina existe un buen sistema de clasificación y calificación de los algodones? Le preguntamos Cristian.
-Lo que venimos proponiendo desde APPA es que se estandarice la comercialización de algodón argentina al sistema de comercialización universal. Nosotros para el mercado interno tenemos nuestro propio sistema de clasificación, pero no podemos vender al exterior con ese sistema- apuntó.