A pesar de que aún no ingresó la cosecha argentina de soja 2020/21, los precios presentes en el mercado disponible ya son prácticamente equivalentes a los del contrato futuro correspondiente al cultivo de primera.
Ayer la soja Rosario disponible condición cámara Matba Rofex terminó en un promedio ponderado de 332,0 u$s/tonelada, mientras que el contrato Soja Rosario Mayo 2021 finalizó en 336,0 u$s/tonelada.
La principal razón de ese fenómeno es que en los últimos días los precios FOB de la soja –establecidos por el Ministerio de Agricultura de la Nación– se redujeron considerablemente para alinearse con los presentes en Brasil, aunque aún permanecen por encima de los presentes en el vecino país, cuando, en condiciones ceteris paribus, deberían cotizar por debajo porque cuentan con un tenor proteico inferior.
La reducción de los precios FOB oficiales –a partir de los cuales se determina el monto por abonar del derecho de exportación del 33,0%– no es un capricho, sino una necesidad recaudatoria y cambiaria para acelerar las declaraciones de exportaciones de productos del complejo sojero, las cuales vienen muy atrasadas.
A la fecha, increíblemente, se registraron para la campaña comercial 2020/21 más Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de sorgo (1.262.000 toneladas) que de poroto de soja (1.113.000 toneladas). Las declaraciones de ventas externas de harina de soja también son bajísimas para esta época del año: apenas 1.965.600 toneladas.
A partir de ahora el mercado internacional de soja comenzará a desdoblarse para representar dos realidades bien diferentes. EE.UU., con el 99% del saldo exportable teórico ya vendido, se encuentra a un paso del desabastecimiento interno de soja cuando faltan casi seis meses para el ingreso de la nueva cosecha. En tal escenario, los precios no tienen “techo”.
Mientras tanto en Sudamérica, gracias a la cosecha récord lograda por Brasil, los valores FOB de la soja estarán contenidos en lo inmediato. Esta semana Conab proyectó que Brasil logrará en 2021 un cosecha récord de 135,1 millones de toneladas, una cifra 8,2% superior a la del ciclo anterior.
Sin embargo, lluvias excesivas en algunas de las principales regiones agrícolas brasileñas están retrasando la recolección de la soja. Un informe publicado esta semana por la consultora Safras & Mercados, indica que al 5 de marzo pasado se había logrado cosechar 34,2% del área apta de soja, cuando el promedio del último lustro para esa misma fecha es del 43,9%.