El último informe oficial sobre el impacto de la sequía, elaborado al 1 de enero pasado, cuantifica en 175 millones de hectáreas la superficie “en riesgo de sequía” en todo el país, con los tonos de mayor gravedad en la productiva Región Centro. Como la superficie argentina es de 376 mil kilómetros cuadrados, equivalentes a 376 millones de hectáreas, la primera conclusión es que el 46,5% del territorio nacional está afectado de alguno u otro modo.
Este es el último mapa oficial sobre la sequía, que fue difundido en las últimas horas:
La situación seguramente ha tendido a agravarse bastante en las dos primeras semanas de enero de 2023, que se caracterizaron por ser muy calurosas y secas. Pero en todo caso este es el último mapa disponible de los que mes a mes viene elaborando un equpo multidisciplinario de expertos que conforman el Monitoreo de sequias meteorológicas y agropecuarias de Argentina. “El mismo pretende identificar áreas con probable afectación por sequía, y su impacto concreto dependerá del sistema productivo, el manejo predial, la infraestructura disponible, entre otros condicionantes locales”, se explica. Hay miradas desde el Servicio Meteorológico Nacional, la Secretaría de Agricultura, el INTA, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, el Instituto Nacional del Agua, y la Facultad de Agronomía dela UBA.
“Durante el mes de diciembre se observó un incremento de 10 millones de hectáreas respecto al mes pasado, totalizando 175 millones de hectáreas en riesgo de sequía en el país. El incremento obedece a la extensión de las condiciones de sequía al norte del país. También se destaca el aumento del área en sequía severa con la incorporación de 4,5 millones de hectáreas que empeoraron su condición”, señala el documento.
En este escenario, para los especialistas del Estado Argentino, están en riesgo 175.125.098 hectáreas del territorio nacional, donde hay 17,4 millones de cabezas bovinas. “Se observa una fuerte afectación en la producción ganadera con disminución de índices de preñez, pérdida de estado corporal y falta de agua para bebida animal. Se incrementa la suplementación y la descarga de campos”, define el trabajo.
Pero además el informe habla de casi 700 mil hogares en riesgo, que son sobre todo rurales porque no se contemplan capitales de provincias ni de distritos importantes.
Hay una referencia a 1.212.318 hectáreas sembradas con cultivos que están amenazadas. Es muy poco respecto de las casi 34 millones de hectáreas que la Argentina siembra con granos todos los años y por eso vale la pena una aclaración: “El cálculo de las hectáreas de cultivos afectados se realiza mediante el cruce entre el área en sequía moderada y severa y las categorías regular, mala y muy mala informadas por los delegados de la Secretaría de Agricultura para estimaciones agrícolas”, se explica.
Es decir que la mención oficial se limita a 1,2 millones de hectáreas prácticamente ya perdidas, y no contempla la caída de rendimientos en el resto de la superficie. Seguramente en este rubro sí, con la soja y el maíz creciendo en los campos, la cifra del daño haya crecido muy velozmente en la primera mitad de enero.
Hay otros datos que surgen del trabajo del Monitoreo:
- Precipitaciones: Durante diciembre prevalecieron los déficits sobre el centro-este, norte y noreste del país, acentuando las condiciones de sequía. La región central registró el año más seco de los últimos 62 y la zona núcleo quedó en segundo lugar, apenas por debajo de las lluvias de 2008. El trienio 2020-2022 es el más seco registrado a nivel país.
- Humedad de Suelos: Los índices de humedad de suelo muestran amplias zonas del país donde la humedad se encuentra por debajo de los requisitos hídricos de cultivos y pasturas. Los valores son excepcionalmente bajos en el centro del país, pero con fuertes caídas de la humedad disponible en el Litoral en el último mes.
- Indices de Vegetación: Los índices de vegetación muestran otro mes con anomalías negativas extendidas en el centro y norte del país. Se destacan los registros bajos en norte de Buenos Aires, centro y este de Córdoba, Santa Fe, sur y centro de Entre Ríos, Santiago del Estero, Chaco, centro y sur de Corrientes, oeste de Formosa y este de Jujuy y Salta. También se observa un incremento de las anomalías negativas en el sur de la Patagonia.
- Hidrológica: Durante este mes las alturas de los ríos mostraron valores de aguas bajas en los puertos argentinos del río Paraná, así como en el río Uruguay. Se observa también el decrecimiento de lagunas y cuerpos de agua.