¿Se acuerdan cuando se pronosticaban 56 millones de toneladas a nivel país en soja? Bueno. Luego de la sequía extrema pasamos a lluvias extremas- hay registros de hasta 500 milímetros- y ahora ese número fue bajado por las bolsas a 36 millones de toneladas. A todo esto, se habla del llamado “Efecto Germinador” que, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), descontará un 35% del rinde de soja. Esto es, granos brotados, podridos, chuzos y muy livianos.
“Pasamos de la sequía a lluvias extremas, esto fue letal para la soja. Hay un descuento de 500.000 toneladas, pero sabemos que el daño fue mayor. En Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, la soja quedó súper golpeada. La anomalía de temperaturas fue extensa, desde abril a mayo. Las pérdidas de superficie que se suman son cerca de 1,2 millones de hectáreas”, dijo Cristian Russo, jefe de Estimaciones de la red Guía Estratégica para el Agro (GEA) dependiente de la BCR.
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Sólo en zona Núcleo se habla de 700.000 toneladas menos. El promedio de la oleaginosa de primera cae 11 quintales y las de segunda en 6 quintales por hectárea. “A esto, se suman los descuentos por calidad a la hora de entregar la mercadería. En la región pampeana el Efecto Germinador afecta a 6 millones de hectáreas”, agregó Russo.
¿Podemos ver alguna buena en todo esto? Russo dijo que “al menos esta vez, el efecto de variación climática que incluyó anomalías térmicas, golpeó más tarde con la cosecha avanzada. Lo que resta trillar en zona Núcleo es un 7% de la soja de primera y un 40% de la de segunda. Hay un 35% de pérdidas de rinde y los descuentos por mercadería están entre un 20% y un 30%, por eso son vitales los análisis de laboratorios”.