Todos los años el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) elabora un informe sobre la situación de la producción orgánica en la Argentina a través de los datos suministrados por las entidades certificadoras habilitadas.
El último documento emitido mostró que en 2021 un poco más del 98% de lo producido en forma orgánica se exportó, destinando al mercado interno menos del 2% del total.
El principal destino para esa producción, que el año pasado llegó a las 143.000 toneladas, es Estados Unidos, que consume un 45% del volumen exportado por la Argentina. Le siguen en orden la Unión Europea, Reino Unido, Japón y Suiza. Los productos tanto de origen vegetal como animal se obtienen de una superficie certificada que alcanza las 3,9 millones de hectáreas distribuidas en 1336 establecimientos agropecuarios.
La superficie destinada a la agricultura orgánica creció en 2021 un 14% respecto del año anterior para alcanzar las 96.476 hectáreas. En comparación con años anteriores, se mantiene la mayor participación relativa de la provincia de Buenos Aires con el 26%, seguida por las provincias de Salta, Córdoba y Entre Ríos con el 12%, 10% y 9%, respectivamente.
Por su parte, la porción del territorio destinada a la ganadería orgánica disminuyó un 14%, registrándose en el año 2021 un total de 3,61 millones de hectáreas, de las cuales el 96% corresponde a la producción ovina orgánica en la región patagónica, concentrada principalmente en las provincias de Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Río Negro.
Con respecto a todos los productos de origen vegetal en su conjunto, al igual que el año anterior, se destacan los volúmenes exportados de peras, azúcar de caña, manzanas, puré de pera, puré de arándano, limón, vino, trigo y arroz. Además se registró un aumento de las exportaciones de productos oleaginosos, desatacándose principalmente soja y hortalizas como el ajo y el zapallo. Las exportaciones de productos orgánicos de origen animal aumentaron un 26%, explicado por los productos provenientes de la actividad ovina.
“La producción orgánica certificada continúa consolidando su crecimiento y más allá de las oportunidades de negocio que representa, marca una tendencia en la preferencia de los consumidores por alimentos que les aseguren una diferenciación desde el predio de cultivo a la mesa. Desde el Senasa acompañamos esta consolidación y trabajamos para sostener las proyecciones de mejora que año tras año se esperan para esta producción”, destacó Alejandro Fernández, director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa.