Cada vez es más frecuente que las grandes empresas agrícolas con presencia en el país se involucren en la agenda de debate público sobre el rol del agro para el desarrollo de la economía y organicen sus propios encuentros para pensar y debatir sobre estas cuestiones. Esta semana lo hizo Corteva -de lo que ya informamos- y también lo hizo Bayer.
La compañía alemana, con el declarado propósito de “conectar al ecosistema del agro argentino”, convocó a productores, empresas, academia, medios de comunicación y gobierno y llevó adelante el denominado ConnectAgro 2025. La idea fue poner en agenda los temas clave que impulsan la competitividad y el desarrollo del país. Así surgieron la necesidad de trabajar en pos de la defensa de la propiedad intelectual, la logística, la matriz impositiva, mayor articulación público-privada, más innovación y capacitación.
“El agro es clave para la Argentina, pero su verdadero potencial depende de que dejemos de pensarnos como eslabones aislados y construyamos una red más fuerte, colaborativa y empática. Competimos, sí, pero también podemos colaborar mucho más para generar valor entre todos”, destacó Juan Farinati, presidente y CEO de Bayer Cono Sur, durante la apertura de ese encuentro.

Luego añadió: “El futuro ya llegó. La tecnología, la IA (Inteligencia Artificial) y las nuevas generaciones nos están impulsando, y necesitamos prepararnos como sector y contar mejor quiénes somos antes de que otros lo hagan por nosotros. Si fortalecemos esta red, no solo crece el agro: crece el país”, dijo.
Luego pasaron por la reunión diversos testimonios valiosos, como el de Germán Weiss (empresario agropecuario de América, Buenos Aires), Ángeles Naveyra (presidente de la Fundación Barbechando), Fernando Cozzi (presidente de Cargill en Argentina) y Carla Martín Bonito (presidente de la COPAL). Un diálogo entre ellos dejó expuesto que el agro argentino no solo produce alimentos, sino que genera empleo, innovación y desarrollo local en todo el país, y que sus desafíos estructurales deben abordarse de manera conjunta.
“La confianza se construye con diálogo continuo, cumplimiento de los compromisos y visión de futuro. Argentina necesita más liderazgos colaborativos e impulsar una agenda común que nos prepare para competir mejor”, sostuvo Martín Bonito.
“Argentina tiene un enorme potencial, pero necesitamos acceso a tecnología, mejores caminos y un sistema impositivo que no frene la producción. Si fortalecemos la red y eliminamos trabas, podríamos duplicar lo que hoy producimos”, agregó Weiss.
“Los problemas del agro se resuelven con diálogo, involucramiento y políticas públicas sólidas. Si el campo y la política trabajan juntos, cada camino rural, cada decisión y cada ley pueden abrir oportunidades reales”, sumó Naveyra.
“El agro solo funciona si al productor le va bien. Para crecer necesitamos una red logística moderna, trazabilidad y reglas estables que permitan que toda la cadena aporte más valor a la Argentina”, afirmó Cozzi.

En la conversación se remarcó que el agro debe ser protagonista, aportando soluciones, datos y una mirada constructiva. “El agro no pide, propone”, fue una de las frases que mejor sintetizó el espíritu del panel.
El Secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, que parece últimamente más un panelista que un funcionario con responsabilidad por construir una agenda (no se pierde ninguno de estos eventos), destacó la necesidad de ordenar, modernizar y abrir la economía para potenciar la producción.
“Es la primera vez que estamos haciendo algo diferente. El acuerdo con Estados Unidos va en línea con eso. Estuvimos muy cerrados, nos estamos abriendo al mundo”, afirmó le funcionario. También remarcó -aunque sigue sin brindar conferencias de prensa- que “el camino es el diálogo, entender la problemática y buscar soluciones racionales.

El segundo módulo reunió a Gerry Garbulsky, fundador y director de Aprender de Grandes y TEDx Río de la Plata, con Ramón Amadeo (líder de Jornaderos Agro), Mariano Villani (director de Relaciones Institucionales de FAUBA) y Juan Martín Ninfea (director de Pampa Start). Desde distintas perspectivas, coincidieron en que la digitalización, el talento joven y la sostenibilidad son los pilares de un nuevo modelo agroindustrial.
“La transformación del agro empieza cuando dejamos la queja y pasamos a la acción: conectar generaciones, escuchar con convicción y construir equipos diversos para liderar el futuro”, expresó Ramón Amadeo.
“El desafío es atraer y formar jóvenes que quieran ser parte del agro: innovar en cómo enseñamos, generar diálogo entre distintos actores y hacer simple la tecnología para que todos puedan adoptarla”, señaló Villani.

“La verdadera innovación del agro es cultural: integrar lo digital, colaborar radicalmente y crear ciudades del interior capaces de atraer talento y liderar la revolución tecnológica”, destacó Ninfea.
En el último módulo, “Conversaciones que inspiran el agro argentino”, Virginia Gilligan, directora de Comunicaciones de Bayer, destacó que el agro argentino tiene una oportunidad única para potenciar su identidad y proyectar una narrativa moderna, atractiva y colectiva. Señaló que, al integrar la diversidad del sector y alinear lo que hacemos con lo que comunicamos, podemos llegar a nuevas audiencias, especialmente a las generaciones jóvenes, y mostrar de forma más clara la innovación y el valor que el agro aporta al país.
“Cuando cada empresa habla más allá de lo propio y construye una historia que nos importa a todos, la narrativa del agro se fortalece. El futuro del sector se escribe permitiéndonos pensar distinto, interpelando a nuevas generaciones y revitalizando la forma en que contamos estas historias de manera diferente. La capacidad de adaptación de las nuevas demandas es clave para ser exitosos en la propuesta que vamos a traer. ¿Esa historia que nos trajo hasta acá, es la misma que nos va a llevar a otro lugar?”, comentó Virginia.




