Una vacuna de administración oral para aves, que corta la transmisión de Campylobacter jejuni, la bacteria que es la principal causante de las intoxicaciones alimentarias de humanos alrededor del mundo, es el proyecto presentado por el emprendimiento BioSpi, creado por estudiantes de la Universidad Nacional de San Luis y la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba, para representar a la Argentina y América Latina en el Grand Jamboree, a realizarse en París entre el 2 y el 5 de noviembre.
Según publica la Agencia de Noticias Científicas, esa competencia mundial es impulsada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, premia al mejor emprendimiento biotecnológico del año, donde Argentina participará con este proyecto, que quedó entre los 15 finalistas de entre los 350 trabajos presentados desde todas partes del mundo. Lo llevan adelante especialistas locales, con la participación de especialistas del Conicet y la Universidad Católica de Cuyo.
Esta entrevista de Canal 13 de San Luis resume bien la información:
“Después del pescado, la carne de pollo es la segunda proteína animal más consumida en el mundo. Por eso, la idea del proyecto es cortar la transmisión de la enfermedad entre las aves y los humanos mediante una vacuna”, señaló Martín Rinaldi, investigador del Conicet que forma parte del grupo de trabajo, quien aclaró que con la vacuna “los animales se hacen resistentes a la bacteria y de esta manera no la puedan alojar en su intestino ni transmitir a las personas”.
La vacuna desarrollada por los científicos es a base de espirulina, una microalga considerada “superalimento” por sus propiedades nutricionales, ya que tiene minerales como potasio, calcio, magnesio, zinc, hierro y fósforo. Además, ayuda a reducir el colesterol, tiene propiedades antioxidantes, es de fácil digestión, genera sensación de saciedad, combate la fatiga mental y el cansancio.
Pese al mérito de esta investigación, que repercute directamente en la salud humana y puede resolver una problemática que afecta a la actividad avícola, actualmente los especialistas se encuentran en la búsqueda del financiamiento que les permita afrontar los gastos de logística y trasladarse de San Luis a París.
“Hay que tener en cuenta que la participación no es solo los cuatro días del evento en sí mismo, sino también la instalación de un stand que resultará no solo la vidriera del proyecto sino también de nuestro país. Por eso, consideramos que estar en el evento no solo es importante, sino también estratégico”, resalta Rinaldi.
Según la Organización Mundial de la Salud, Campylobacter es una de las cuatro principales causas mundiales de enfermedades diarreicas y está considerada como la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis en el mundo. Aunque las infecciones suelen ser leves, pueden llegar a ser mortales en niños muy pequeños, adultos mayores y personas inmunodeprimidas.