Unos 8 millones de dólares por día se habrían perdido desde que el gobierno decidió comenzar a intervenir en el mercado de la carne vacuna y puso cupos a las exportaciones del alimento, según un análisis realizado por economistas de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Como esta intervención se inició el pasado 15 de abril y lleva ya 135 días, la cifra de daño acumulada supera ya los 1.000 millones de dólares.
Seguramente para algunas personas no sea tanto dinero y la situación no luzca tan grave. Después de todo, 8 millones de dólares diarios es menos dinero del que el ex secretario de Obras Públicas de la gestión de Cristina Kirchner, José López, trasladó en bolsos para ocultar en un convento. Esa sí que era plata: 9 millones.
La pérdida provocada a la ganadería es como si López hubiera concurrido al convento todas las noches durante 120 días seguidos.
El cálculo de las pérdidas provocadas por esa decisión del gobierno se conoce a pocas horas de que se debe resolver si continúan o no los cuopos de exportación que reducen los volúmenes de carne que sale del país en un 50% respecto de 2020, sin contar las cuotas arancelarias acordadas con otros países. Estos cupos distribuidos entre 60 empresas frigoríficoas estaban planteados hasta el 31 de agosto, pero el gobierno ya avisó que estudia una continuidad del sistema. A la par, hasta el 31 de diciembre se prohibió la exportación total de siete cortes vacunas, entre ellos el asado.
Mientras espera que Alberto Fernández asuma su error y de por finalizados los cupos, la SRA analizó que “en 135 días de estas políticas, la cadena de ganados y carnes acumuló pérdidas por 1.084 millones de dólares, cifra que representa más de 8 millones por día de intervención”. La conclusión es que “todos perdimos”.
“A los efectos de este análisis se agruparon los impactos en cinco grandes rubros, los que están vinculados con los productores, los relacionados con las remuneraciones de los trabajadores de la industria frigorífica, las vinculadas con la industria frigorífica misma, el impacto económico en el efecto multiplicador de las actividades conexas y las asociadas con las menores exportaciones e ingreso de divisas”, explicó un comunicado de la entidad que preside Nicolás Pino.
- Los productores “asumieron el monto más grande” de las pérdidas con 411 millones de dólares.
- Para los frigoríficos las pérdidas alcanzaron los 165 millones.
- Para los operarios suman 59 millones, debido a la merma en sus remuneraciones.
- Por caída del efecto multiplicador de la actividad primaria se perdieron 209 millones.
- Finalmente no ingresaron 240 millones en exportaciones no realizadas.
Respecto de la caída de la actividad ganadera entre abril y agosto de 2021, los 411 millones se desagregan en: el menor valor real de la hacienda vendida durante el periodo que suma 202 millones, por el mantenimiento de los animales en stock se sumaron mayores costos de alimentación, sanidad y cuidado, por un subtotal de 80 millones, el costo financiero por mantener estos mismos animales en el stock otros 92 millones y las pérdidas por menor calidad y mortandad alcanzan los 37 millones, asociadas a la prolongación del ciclo planificado.
Las industrias frigoríficas, en tanto, perdieron ingresos por causa de la mala integración de la media res generada por la prohibición de exportaciones de los 7 cortes y el acuerdo de cantidades y precios llevado adelante entre la industria y el gobierno, y que entre ambos sumaron una merma de 165 millones. Los trabajadores, en tanto, dejaron de ganar 59 millones atribuibles a los cambios de turnos y menos horas extras.
Respecto de las pérdidas generadas por causa del efecto multiplicador de la actividad, se observa que por la postergación de las ventas del período, las actividades conexas de la cadena, tales como matanza de animales, comercios mayorista, servicios empresariales y profesionales, bancos y servicios agropecuarios y comercio minorista, dejaron de generar actividad económica por un valor de 209 millones.
Las exportaciones no realizadas en este período por el cierre parcial o total llegan a los 240 millones, además de la mala imagen del producto generada por la falta de cumplimiento de acuerdos comerciales.