Los obreros de la usina La Florida, que pertenece al Grupo Los Balcanes, el más grande grupo azucarero de Tucumán, se apuraron a poner a punto todas las piezas del impensable rompecabezas que forman un ingenio azucarero, que en este caso además tiene enormes instalaciones para la elaboración de alcohol y del famoso bioetanol, el combustible renovable que se mezcla con las naftas. Se apuraban los obreros porque en las próximas horas comienza la zafra 2023 y tiene todo que estar a punto, porque una vez que se ponen en marcha las calderas nada puede fallar. Se apuraban también para participar del oficio religioso que todos los años marca el inicio de esa zafra. Nadie mejor que ellos sabe lo que significa el trabajo para la vida de los pueblos que rodean los ingenios.
La tradicional misa de bendición de frutos se repetirá en todas las plantas que muelen la caña de azúcar para extraer de ella cosas también impensadas, como energía, electricidad, biocombustibles y además el endulzante más viejo del mundo, después de la miel. El azúcar es apenas uno de los productos que salen de este tipo de plantas y por eso La Florida prefiere llamarse usina, porque incluso planea comenzar desde mitad de año a inyectar energía eléctrica a la red nacional.
La Compañía Azucarera Los Balcanes es la empresa líder en Tucumán en la producción de azúcar y bioetanol, y ya estaría superando también en volumen de molienda de caña al gigante del norte, el jujeño Ledesma. Claro que suma tres plantas en esta provincia, porque el Ingenio Cruz Alta comenzará a moler el 5 de mayo y el Aguilares cinco días después. Hasta octubre o noviembre, después no se para.
En Tucumán hay un total de 14 ingenios de los 19 que existen a nivel nacional. En la zafra del 2022 la molienda de “caña bruta” alcanzó las 14.321.071 toneladas solo en la provincia y La Florida, luego de 166 días de molienda, llegó a 2.047.717 toneladas. Para esta zafra son bastante optimistas, pero en realidad todo el sector azucarero está en ascuas, a la espera de la primera estimación de producción que realizan los expertos de la prestigiosa Estación Obispo Colombres. Algunos vaticinan muchos daños por la sequía y eso podría hacer caer la producción y entonar los precios todavía más. El valor del azúcar se ha venido recuperando fuerte en los últimos dos años después de mucho tiempo de vacas flacas.
Esa es la intriga que rondó por el acto que dio inicio formal a la zafra azucarera 2023, y al que asistió el gobernador y ex jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur. La cúpula del grupo Los Balcanes, conformada por el empresario Jorge Rocchia Ferro y sus dos “catalinas”, su esposa Catalina Lonac y su hija Catalina Rocchia Ferro, también recibieron a Federico Bernal, el subsecretario de Hidrocarburos del Ministerio de Energía nacional, quien llegó con las promesas.
¿Qué anticipó el funcionario? Por un lado que el gobierno trabaja y está a punto de anunciar que el bioetanol -el segundo gran producto que sale de la caña y es la obsesión de Rocchia Ferro, quien considera al alcohol renovable como “el combustible del futuro”- volverá a tener un precio interno que se fijará en función de sus costos de producción, con una fórmula acordada con el sector. Hasta ahora el biocombustible que se usa para cortar al 12% la nafta tiene un valor que no conforma a los fabricantes, y que se acomoda en función de la evolución de precios que definen las petroleras.
La otra gran promesa, que según Bernal podría ser implementada incluso antes del fin de mandato de este gobierno, es que se elevaría el corte de nafta con bioetanol, en partes iguales entre el alcohol originado a partir de caña de azúcar y el de maíz. La idea sería marchar de a poco, pero ya se da por cerrado avanzar hacia el 15%, ya que esto permitiría ir reduciendo el peso de las importaciones de combustibles fósiles, que significan la salida de cientos de millones en divisas. Rocchia Ferro no duda en afirmar que sin sobresaltos se puede elevar el corte al 27%.