El tratamiento de los deshechos obtenidos en la producción ganadera sigue estando al tope de agenda, no sólo en los ojos de los ambientalistas sino también de aquellos que ven a las energías renovables como un nuevo negocio. Teniendo de ejemplo a otros países con modelos exitosos como Alemania, con más de 11.000 plantas generadoras de bioenergía, Argentina busca incursionar en ese espacio.
Dando cuenta de esto, este martes se inauguró una nueva planta de biogás en General Alvear, provincia de Buenos Aires, de la mano del plan Renovar, que apoya los proyectos que generen energías renovables. Su capacidad es de 1 MV y ya está aportando energía a la red nacional manejada por Camesa, con un contrato cerrado por 20 años.
“Estamos convencidos de que Argentina tiene un potencial importantísimo para generar estas cuestiones que tienen que ver con la producción y un medioambiente amigable. Ese es nuestro objetivo”, comentó a Bichos de Campo Antonio Riccilo, directivo del Grupo Riccilo, que llevó adelante este emprendimiento.
La planta se encuentra ubicada junto a una granja porcina de 2.500 madres, que aporta sus efluentes como materia prima para la producción del biogás. El purín de cerdo es mezclado junto a cama de pollo que se obtiene de una granja cercana, también propiedad del Grupo Riccilo.
“Mezclamos los dos productos y a través de un proceso biológico, que dura de 30 a 40 días, se produce biometano que se utiliza para el funcionamiento del motor que inyecta a la línea”, explicó el productor.
Del sustrato obtenido como residuo, la parte liquida es usada para el riego y la parte sólida será comercializada como biofertilizante. “Hoy Argentina no lo tiene y el mundo lo usa y lo demanda”, aseguró Riccilo.
De la inauguración realizada en las últimas horas participaron el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Augusto Costa; el ministro de Agricultura de la provincia, Javier Rodríguez; y autoridades de la Secretaría de Energía de la Nación y de Camesa. Todos los capitales que demandó el proyecto son nacionales.
El evento sirvió al grupo Riccilo para dar a conocer un segundo proyecto que tiene en carpeta: otra planta de bioenergía ubicada en el partido de Saladillo, esta vez con capacidad para producir 2 MV. Utilizará los residuos de una granja de cerdos similar, pero también los de un feedlot estabulado que cuenta con un sistema de limpieza automático.
“Nosotros juntamos lo medioambiental, la generación de una energía limpia y renovable, y el tratamiento de residuos, y en el final nos queda un sustrato que convertimos en productos. Somos argentinos apostando a la producción y hace 30 años que estamos en esto”, remarcó Riccilo a Bichos de Campo.