La ganadería de cría sigue disfrutando de un año soñado, condicionado en los últimos meses solo por las elevadas tasas de interés, que frenaron al apalancamiento bancario y, por lo tanto, la suba de los precios de la hacienda.
En los remates ganaderos, las tarjetas de crédito y los préstamos bancarios son piezas clave para una mejor y más fluida venta de hacienda, a precios aún más altos que los actuales, aún cuando estos son muy buenos.
Los valores de la carne que se vende al consumo, y la hacienda con destino a faena, tuvieron incrementos significativamente superiores a los de la inflación.
Eso favoreció el aumento del precio del ternero de cría, que se negocia entre 4.000 y 4.500 pesos, y que registra una suba interanual de 67%. El beneficio también les llegó a los reproductores que venden las cabañas de las diferentes razas.
Amadeo Derito, productor Angus y vicepresidente de esa entidad, dijo al respecto: “Los precios están más firmes y, si los traducimos a kilos de novillo, los toros están 15% arriba respecto del año pasado. También la hembra se estuvo vendiendo bien, sobre todo al inicio de la temporada de remates”.
Ese 15% de incremento es mucho más significativo de lo que parece, ya que la cotización de esa categoría subió 67% en el último año.
La mejora en el valor del ganado para la faena tracciona al resto de la cadena productiva, que en el caso de los novillos se ve potenciado por una demanda exportadora que viene mejorando, y que no encuentra la oferta suficiente.
“La exportación tira, sube el novillo, y eso mejora a toda la cadena. Estamos en una situación que no se daba hace muchos años. La rentabilidad de la producción de carne mejoró y bajó la de la agricultura, lo que lleva a que muchas empresas se replanteen el modelo”, sostuvo el productor.
Según Derito, los productores mixtos están buscando la forma de asignar una mayor parte del campo a la ganadería y reduciendo la superficie destinada a la producción de granos.
“Hacer estos cambios es más fácil para el que tiene planteos mixtos. El que es puramente agrícola la tiene más complicada porque se requiere de cierta infraestructura”, analizó.
El vicepresidente de la Asociación Argentina de Angus destacó el impacto positivo de la fuerte demanda mundial de carne vacuna, especialmente aquella de calidad, por la que mercados como la Unión Europea están pagando valores de 19.000 dólares la tonelada.
Derito cree que esto ayudará al desarrollo de la cría, en definitiva, a que haya más terneros en el futuro y más oferta de carne después.
“Además de Europa, también se está desarrollando el mercado chino de cortes de calidad. Tienen 400 millones de personas de clase media-alta y alta. Y Estados Unidos también pide estos cortes. De hecho, el año pasado exportamos 9.000 toneladas de carne Angus certificada y los dos primeros destinos fueron Estados Unidos y China, mientras que la Comunidad Europea quedó en tercer lugar”, detalló el productor.
“Desde la industria nos dicen que no tienen novillos. Eso es porque no hay suficiente producción de terneros y de recría a campo para poder terminar la hacienda con los kilajes que requiere la exportación”, añadió.
En tal sentido, consideró: “El futuro del negocio de la carne es muy promisorio. De acá en adelante los productores tenemos un camino por recorrer. Hay que mejorar la eficiencia reproductiva y acortar brechas”.