“Tenemos pruebas de que todo empezó acá”, nos dice Antonela Pezuk, frente a una vieja casona de campo ubicada en la pequeña localidad de Tres Capones, en el sur de Misiones. ¿Qué fue lo que allí comenzó? Nada más que la historia del cultivo del té en la Argentina, que está cumpliendo 100 años. Antonela, que trabaja en la municipalidad local como promotora de turismo, se tomó el trabajo de contarnos esa historia.
No sé si serán pruebas suficientes. Pero las plantas de té que rodean esa vieja casona, tanto al frente como en uno de sus costados, son verdaderos árboles que perfectamente podrían tener un siglo de vida. A Antonela, por lo pronto, le sacan varias cabezas.
Durante todo este año, la provincia de Misiones estará festejando los 100 años del té y a nosotros la historia que nos cuenta Pezuk nos parece consistente: esta vieja casona pertenecía al colono Wladimiro Hnatiuk. Corría el año 1923 y como en esta colonia de ucranianos extrañaban el té que habían bebido en sus tierras originarias, a Wladimiro se le ocurrió pedirle a su hermano, Tijon Hnatiuk, que era el sacerdote de la iglesia ortodoxa de ese lugar, que se convirtiera un rato en contrabandista.
“El cura trajo las primeras semillas desde Paraguay escondidas en el ruedo de la sotana”, nos revelará Antonela sobre la parte más intrigante de la historia.
La cosa que Tijon le dio a Wladimiro de tres a cinco semillas, que el ucraniano plantó primero alrededor de su casa, y que luego comenzó a multiplicar las semillas para implantarlas en su chacra, que estaba cercana. Hasta nos llevó también Antonela. Fue como introducirse en una selva de té silvestre. La plantación está semi abandonada.
Tezuk, que es nacida y criada en Tres Capones, nos cuenta que ellos siguen tomando esa infusión cotidianamente y que en la feria franca de la localidad se siguen comercializando tés artesanales y también semillas. De todos modos, el número de plantaciones ha caído y la región tealera argentina se ha trasladado más al norte de la provincia, cerca de Campo Vieira, donde se realizó la fiesta del centenario. Tres Capones (Colonia Azara) se ubica, en cambio, muy cerca de Apóstoles, que es la principal zona yerbatera.
Wladimiro, según el emotivo relato de Antonela, “era un agricultor que trabajaba en muchos rubros. Por ejemplo, trabajaba también el tema de un criadero de pescado, la frutilla, muchas cosas. Hacía muchas cosas para vender y también implementó mucho el té”. Al parecer, según las crónicas de la época, después de sacarse el gusto de tomar su propia infusión de las plantas de su casa, comenzó a producirlo a mayor estala a partir de 1938.
Gracias a esas primeras semillas llegadas en 1923, y las que luego pudieran sumarse, se descubrió que la Argentina podía producir esa infusión que se pensaba para otras latitudes, entre La región tealera argentina, concentrada en las provincias de Misiones y Corrientes, es la más austral del mundo, y se ubica entre los 26° y 28° latitud Sur.
Actualmente existen alrededor de 40.000 hectáreas implantadas por unos 5.000 productores, de las cuales el 95% se encuentra en la provincia de Misiones y el restante 5% en la de Corrientes. La producción se acerca a los 80 millones de kilos, de los cuales el 95% tiene como destino la exportación y el 5% queda para consumo interno.
No sabia que era tan nuevito el té en Argentina. Yo recuerdo que en los 60s y 70s todo el té argentino era rico, sabroso, aromático y variado. Hoy es cada vez más soso. Y hay demasiadas marcas que parecen agua sucia. Ni siquiera se consigue con normalidad el té en hebras. Qué triste vivir en el 3er mundo!
Es verdad como dice Claudia que antes el té era delicioso e incluso la yerba también y ahora no se disfrutan esos sabores, una pena quizás ustedes conozcan el motivo.