Cuando se habla de producciones agrícolas, es inevitable no remitirse a la sequía de los últimos tiempos. Para algunos, se trató de la principal causa de sus pérdidas, pero para otros significó un desafío y la posibilidad de poner a prueba su eficiencia productiva. Ese ha sido el caso del ingenio Ledesma, ubicado en localidad de Libertador General San Martín, en la provincia de Jujuy.
Al gigante azucarero argentino, el más grande de los 20 ingenios con que cuenta la industria azucarera de la Argentina, como a todos en la campaña 2023 le tocó enfrentar la escasez de lluvias en sus 40 mil hectáreas productivas. Por eso tuvieron que extremar la eficiencia en el riego complementario, lo que les permitió incluso pudieron hacer “una vuelta más” que compensara la falta de agua por la sequía. Esto les permitió alcanzar en la zafra un 5% más de volumen de caña, inclusive en una zafra mucho más corta, de tan solo 145 días.
En la zafra 2023, la producción de azúcar física fue de 301.000 toneladas. Ledesma molió 3.127.343 toneladas de caña, de las cuales 2.761.347 toneladas fueron propias y 365.996 toneladas provinieron de terceros. “La producción de caña propia fue 5% superior a la del año pasado, lo que constituye una muy buena noticia si se tiene en cuenta que la sequía de años anteriores había sido aún más intensa en la primavera de 2022”, dijo la empresa.
¿Y cómo hicieron? Según Federico Gatti, el administrador general del ingenio que emplea aproximadamente 7.000 trabajadores, “dar una vuelta más de riego” fue posible gracias a las inversiones que vienen implementando la empresa para hacer un uso más eficiente del agua. El proceso de largo plazo es ir modificando el sistema de riego tradicional, por gravedad e inundación por surcos, al riego presurizado o por goteo.
La modernización de los sistemas, según relató el directivo a Bichos de Campo, ya alcanzó más del 20% de la superficie total de caña. Y gracias a esas mejoras esas hectáreas recibieron alrededor de 100 milímetros adicionales de agua. No es poco teniendo en cuenta que la caña de azúcar requiere unos 1.300 milímetros anuales para desarrollarse con vigor, de los cuales solo un poco más de la mitad provienen de las lluvias estacionales que caen sobre esa zona de Jujuy.
“Fue un trabajo muy serio de la gente que trabaja en el campo y, junto a que fuimos profesionalizando los equipos, permitió que al tener poca agua en el lugar, esta no se evapore y realmente tenga un efecto sobre la caña. Fue una zafra corta pero con un volumen superior en cuanto a caña”, elogió Gatti a los trabajadores del ingenio. También destacó las mejoras que han instrumentado al interior de la fábrica, lo que permitió cerrar la campaña con mejores rendimientos y por lo tanto más azúcar producida.
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El sistema de riego que va implementándose en el principal ingenio de la Argentina consiste en aplicar primero una tecnología de origen australiano, que regula de manera automática los canales de riego, abriendo y cerrando las compuertas cuando hace falta. Esto permite realizar dos acciones para hacer eficiente el uso del agua: por un lado, logra direccionar el recurso de manera inmediata hacia los lugares donde más se necesita. La otra acción es la medición de los caudales, lo que permite conocer las distintas infiltraciones que tienen los canales.
Actualmente 95% de las superficies cultivadas de Ledesma, que equivalen a dos veces la Capital Federal, se encuentra bajo riego, y el restante 5% se cultiva a secano. En el primer caso conviven tres sistemas de riego: por gravedad (o por surco) con alcance al 90% de nuestras fincas; por aspersión (pivotes, avance frontal, aspersión móvil) y por goteo. Estos dos últimos, son los que están creciendo en los últimos tiempos.
“Estamos llevando adelante un ambicioso proyecto de riego por aspersión aprovechando las diferencias de alturas entre nuestros canales principales y parte de nuestros campos, para regar con sistemas de alta eficiencia sin utilizar otra energía que no sea la que nos permite esa diferencia de alturas”, abunda el balance de la empresa.
-Estamos hablando de cambiar el sistema sobre 40.000 hectáreas, desde un riego convencional a riego presurizado y no es tan fácil. ¿Cuánto se han modernizado?
-Nosotros tenemos 40.000 hectáreas de caña bajo riego. Además tenemos hectáreas citrícolas, que están por goteo también. Hoy estamos a más de 20% de presurizado. Se han traído algunos equipos de Italia que utilizan un riego presurizado, pero gravitacional, aprovechando los saltos que tenemos acá. Es un sistema que se auto maneja con la presión del agua, se desenrolla la manguera, riega y después vuelve a enrollarse O sea es muy moderno y bastante eficiente, sin utilizar energía eléctrica ni motores a combustión.
-¿Entonces con esta tecnología ahorran mucho agua?
–Sí. Hacemos un menor uso del agua, es un uso mucho más directo. El goteo tiene una eficiencia por arriba del 90%. El riego por gravedad tradicional, tiene una eficiencia cercana del 60%, porque el agua se evapora, se va perdiendo en los canales. Así que a medida que uno va haciendo un cuidado importante del agua, hay que pagarlo con una mayor productividad del cañaveral. Entonces este tipo de riego por goteo, tiene un alto costo de inversión, pero tiene una tasa de retorno a la inversión mejor porque el cañaveral tiene un rendimiento optimo.
Pero no todos tienen espalda para hacer semejante reconversión en sus sistemas de riego. “Fue un año muy duro para el sector azucarero, sobre todo para el productor primario (independiente) que están en la zona de San Pedro, que está en el norte de Salta, que por ahí tenían cañaverales con más antigüedad y han hecho una inversión importante. Sobre todo con la carencia de dólares que hay, hace que sea difícil”, señaló el administrador de Ledesma.
No obstante, Gatti destacó que en materia comercial el 2023 fue un año favorable. “Hemos tenido buenos precios del azúcar, tanto en el mercado interno como para exportación, lo cual es bueno para el cañero que tuvo menos cantidad de azúcar”, explicó.
-Según los pronósticos, las contingencias climáticas irán incrementándose, ¿Pretenden seguir mejorando la infraestructura a partir de esta experiencia?
–Exactamente. Hay que hacer más un pozos, por eso hay toda una inversión para utilizar la poca agua que hay de manera mucho más eficiente. Y eso requiere además de inversiones, de un trabajo profesional. El tema climático, por ejemplo, acá afecta corriendo la lluvias. Históricamente se termina la zafra en noviembre y empezaba la lluvia. Luego terminaban a fines de marzo, cuando arrancaba la próxima zafra. La caña necesita de 1.200 a 1.400 milímetros de agua para un rendimiento optimo del cultivo. En el territorio históricamente caen 800 milímetros y con la técnica se aportan 400 milímetro. Pero estamos hablando de que el año pasado cayeron menos de 400 milímetros de lluvia.
-¿Esta modernización la encaran con dinero propio o reciben financiamiento externo?
-La producción deja utilidades que en general se reinvierten, pero para inversiones importantes se busca un financiamiento más acorde, aunque eso no es sencillo. Nosotros, por el volumen de empresa y la solidez financiera, tenemos financiamiento externo en mejores condiciones. Pero obviamente el país no ayuda y gran parte de las inversiones se hacen con utilidades propias.
-Entonces en 2023 hicieron una zafra corta pero productiva. ¿Cuánta azúcar salió de Ledesma este año y hacia dónde va, hacia qué mercado?
-Se produjeron 330 mil toneladas de azúcar, gran parte se destina al mercado interno. Argentina está exportando a mercados muy puntuales, como Chile y Uruguay, el azúcar de mesa, azúcar refinada. Mientras que para el azúcar crudo, que es un proceso intermedio, Argentina tiene una cuota que envía a los Estados Unidos a un precio mayor. Esa cuota se distribuye de acuerdo a las exportaciones, así que también somos parte del mercado americano de azúcar crudo. Después parte de la caña, exactamente el 20% se transforma directamente en alcohol para producir bioetanol.
-¿Y la caña alcanza para todo?
-Argentina se autoabastece de azúcar, exporta a los mejores mercados y con el plan de bioetanol también abastece a las refinerías para poder cortar el 6%, es decir la mitad del 12%, para el corte con alcohol de la nafta. Eso también genera un nuevo mercado y una línea de trabajo sostenible, porque estamos remplazando combustibles fósiles con bioetanol de un producto renovable como la caña.
-¿Las 330 mil toneladas de azúcar producidas por Ledesma sigue representando alrededor del 20% del azúcar producido en Argentina?
-Sí. Tucumán es la provincia cañera por excelencia, porque tiene 16 ingenios. Después hay dos en Salta y tres en la provincia de Jujuy. El ingenio Ledesma tiene aproximadamente el 18% de la producción de azúcar de la Argentina y el resto está distribuido entre los demás ingenios.
que mierda de diario..