En el sur de Entre Ríos, en las zonas rurales de Carbó y Cuchilla Redonda, vecinas a la ciudad de Gualeguay, se viene registrando una experiencia muy positiva para frenar los alarmante indicadores de inseguridad en los campos, que debería ser observada por el resto de las regiones del país que sufren este mismo flagelo. El principal requisito es tener organización, disciplina y buena señal de internet como para poder enviar mensajes urgentes de WhatsApp.
Valiéndose de la inmediatez de esa red social, unos 60 productores organizados y en alerta es todo lo que compone el grupo de seguridad rural de Carbó-Cuchilla. En estas localidades, por su ubicación cercana a la ruta que va desde Gualeguay a Gualeguaychú, hasta hace un tiempo eran insoportables los delitos de robos en establecimientos productivos.
La iniciativa comunitaria apenas cuenta con dos años de existencia. Sin embargo ha demostrado ser efectiva, gracias a la integración de la policía local y la rapidez con que se logran comunicar los posibles hechos de inseguridad.
El panorama antes de que los productores se organizaran en este grupo era bastante preocupante, pues abundaban los robos en la zona, ya que a los delincuentes les resultaba sencillo escapar lo mismo por la ruta que cruzando hacia y desde los campos por el río Gualeguay.
“Primeramente nos empezamos a preocupar por hechos delictivos como la entrada a las casas que quedaban solas por cualquier motivo, ya fuera salidas de un fin de semana o ir a cenar unas horas. Entonces cuando volvías te encontrabas con que habían desvalijado toda la casa. Esto pasó en varios lugares y en una sola vez. Eso nos alertó muchísimo”, contó a Bichos de Campo Silvia Deganutti, que es vecina y productora de Carbó e integrante del grupo.
Mirá la entrevista a Silvia Deganutti:
Sin otro secreto que la empatía entre los productores de los pueblitos de Cuchilla, Alarcón y el propio Carbó, junto a la inmediatez que caracteriza a la comunicación por las redes, Silvia asegura que la herramienta ha sido efectiva casi desde el mismo momento que se le ocurrió al destacado productor de Wagyú, Luis Barcos, armar el grupo. El cabañero Mariano Berisso, que se directivo de la SRA a nivel provincial, fue otro entusiasta defensor de la iniciativa. En su caso, sufrió dos asaltos en su vivienda en el campo.
“Entre todos los vecinos empezamos a sumar a uno y otro. Entonces cada cosa que vemos y que llama la atención, automáticamente lo pasamos al estado del grupo. En esta movida somos todos vecinos de la zona, que incluye al pequeño pueblo Carbó, que tiene aproximadamente 2500 habitantes. Y también se suma gente de Alarcón, una localidad que está a escasos 10 ó 12 kilómetros”, precisó la productora.
Deganutti agregó que la policía también está incorporada dentro de ese grupo. Así que ellos de inmediato están sabiendo lo que está pasando y acuden rápidamente al lugar. “Eso es una cosa que tenemos que valorar, porque antes no pasaba”, reflexionó la productora.
Sin inconvenientes de conexión en esa zona, y dada la seriedad con que los integrantes del grupo se han tomado la tarea de informar al resto de cualquier movimiento sospechoso (incluso tomando fotografías de un vehículo desconocido que transita por los caminos rurales de la zona), en estos dos años la herramienta había logrado reducir a cero los hechos graves de inseguridad rural en la región. Habían desaparecido hasta hace casi dos semanas atrás, cuando se registró un nuevo episodio que, con la ayuda de los vecinos comprometidos, pudo esclarecerse muy rápidamente.
“Bajó muchísimo la tasa de delitos, la seguridad está muchísimo más controlada y los malhechores ya se dan cuenta de que estamos todos en alerta. Inclusive la guardia caminera que está a 4 kilómetros de acá (en referencia a Carbó) también colabora. Así que estamos protegidos dentro de todo”, indicó la productora agropecuaria.
Curiosamente la policía local, lejos de considerar la actitud vecinal como una intromisión en sus tareas, consideró que la iniciativa les ha sido de gran ayuda porque los pone en alerta sobre movimientos extraños en la zona.
En este sentido, el subcomisario a cargo de la comisaria de Carbó, Víctor Gabriel Pérez, aseguró a Bichos de Campo que la herramienta les permite tener una mayor cobertura de su radio de acción.
Estas son las impresiones del subcomisario:
“La verdad que no fue una presión sino que fue una ayuda para nosotros, porque tuvimos más cobertura. Nosotros participamos también en esta decisión y nos sirve mucho porque nos dan la alerta de personas extrañas, vehículos y movimientos raros. Con esto mi personal tiene la premisa de cualquier alerta y podemos estar en el lugar en el menor tiempo posible. Así que la verdad que nos ha ayudado mucho, nos ha servido”, aseguró el subcomisario.
El vínculo de esta red de vecinos y productores con la policía rural, está muy bien estructurado. Sobre todo para no desplegar efectivos en casos de falsa alarma. No obstante Pérez dijo a Bichos de Campo que ellos no subestiman ninguna denuncia por insignificante que parezca. Por eso han podido reducir delitos que anteriormente eran mucho más frecuentes.
“Ellos tienen sus voceros que se comunican directamente conmigo o se comunican con el teléfono de la comisaría y nos dan la alerta, y así estamos lo más rápido posible en el lugar. Generalmente vamos aunque parezca que no tiene importancia. A todas las cosas que nos alertan vamos con la misma predisposición. Después vemos si realmente es importante o no cuando estamos en lugar, así nos quedamos tranquilos de que se tiene la zona controlada”, explicó el oficial.
-¿Y cuáles eran los delitos más frecuentes?
-Antes habían muchos delitos contra la propiedad, robos en la zona de campos. Y hace un tiempo que ha bajado bastante el delito. Hace más de dos años que no hay delitos. En su momento había mucho delito en lo que es la zona de campo, que es más difícil de cubrir por su extensión. Ahora con esta ayuda de los productores hemos aumentado la presencia. El contacto con los vecinos nos ha ayudado mucho en los operativo y en los ingresos a los campos para prevenir el ilícito.
Esta red de vecinos ha dado tan buen resultado que se ha decidido integrar también al novísimo cuartel de bomberos de la localidad de Carbó, con el objetivo de acelerar la capacidad de respuesta ante la posibilidad de un incendio rural u otro tipo de siniestro. Hasta 2022, fecha en que se creó el cuerpo de bomberos, los habitantes de esta zona tenían que esperar la llegada de los bomberos de Gualeguay.
“Desde que se formó el Cuerpo de Bomberos el vínculo con la comunidad ha dado mucho fruto. Hemos tenido respuesta inmediata a necesidades como incendios de campos y también en domicilios. Me siento orgulloso porque hemos hecho varias salidas y no hemos tenido la necesidad de pedir apoyo, pudimos resolver desde acá esa necesidad”, aseguró Edgar Aníbal Estigarribia, orgulloso primero jefe del cuartel de bomberos de Carbó.
Mirá esa entrevista:
“En cuanto a la red de vecinos, diría que es una herramienta muy buena porque nos facilita el trabajo, gracias a esa ayuda de los vecinos que nos mandan un mensajito y nos avisan que hay algo, nosotros respondemos con inmediatez a cualquier requerimiento. Siempre estamos a la espera de lo que surge, obviamente”, terminó el bombero.