Desde hace diez años, la bióloga Catalina Huber se encarga de la coordinación técnica del Centro Agrotécnico Regional (CAR) de Venado Tuerto, que ofrece todo tipo de talleres, que permiten acercar a los alumnos al campo. Como hija de su alma mater e histórico referente, Mario Huber, la santafecina destaca el orgullo que genera aquella institución en la zona.
“Nosotros siempre vamos a la vanguardia. Enseñamos lo tradicional, y a la par vamos siempre ‘tecnologizando’, por así decirlo vulgarmente, cuando hay una tecnología acorde a ese rubro”, señaló Catalina durante una visita de Bichos de Campo. Un claro ejemplo es la inminente inauguración de un tambo robotizado, que los alumnos aprenderán a manejar en el marco de los talleres vinculados a producción animal, así como el uso de tecnologías de agricultura de precisión, para los talleres del rubro agrícola.
“La escuela tiene doble jornada, por lo que los talleres van por la tarde, de primero a sexto. Es lo que más les atrae a los chicos, porque es un contacto directo con el campo. Nuestro esfuerzo está puedo en la agricultura y la ganadería en sí, viendo distintas producciones en los distintos años”, relató la coordinadora.
“Como ex alumna, los mejores recuerdos míos son del secundario. Compartir más de nueve horas con un grupo de amigos y compañeros es algo que marca a uno como persona. Pero a la vez, y lo veo ahora desde otro lado, se trata de inculcar, más que todo, valores. Buscamos que la persona salga siendo responsable, siendo respetuosa, sabiendo que hay tareas que a veces no nos gustan y las tenemos que cumplir. Y eso, cuando uno sale a la vida social, es algo que está faltando”, señaló a continuación Huber.
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