El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció esta noche que finalizó de manera favorable el estudio de factibilidad de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China y que próximamente ambas naciones iniciarán negociaciones en ese sentido.
“Tenemos toda la intención de terminarlo (por el TLC) en el correr de nuestro gobierno, pero si tiene que ser el que viene, será el que viene. Cuanto antes se haga, mejor para los uruguayos”, proyectó Lacalle Pou durante una conferencia ofrecida en la ciudad de Montevideo.
La razón estratégica detrás de esa decisión es el temor de que el país pueda perder competitividad en el principal mercado de exportación que tiene actualmente Uruguay, además de perder eventuales oportunidades que podrían surgir en el futuro.
Dos de los grandes países agroindustriales competidores de Uruguay ya cuentan con TLC con China. Se trata de Nueva Zelanda (que cuenta con un TLC que entró en vigencia en 2008) y Australia (2015).
Además de las ventajas arancelarias vigentes, en el caso de Nueva Zelanda a partir de 2024 podrá exportar la mayor parte de productos lácteos sin cuotas ni arancel alguno, mientras que para Australia esa ventaja estará vigente a partir de 2026, aunque, debido a un conflicto político, el gobierno chino viene restringiendo las importaciones de productos australianos desde 2020.
Uruguay 🇺🇾 cierra el Estudio de Factibilidad con China 🇨🇳 e informa que iniciará las negociaciones formales para suscribir un TLC bilateral con la potencia asiática. Estamos más cerca de una decisión que será muy relevante para el desarrollo económico de Uruguay 🇺🇾.
— Ignacio Bartesaghi (@i_bartesaghi) July 13, 2022
Uruguay (al igual que la Argentina) debe abonar un arancel del 8% para exportar quesos a China, mientras que en el caso de la leche en polvo es del 10%. Con la ventaja lograda por Nueva Zelanda y Australia (si logra solucionar el conflicto político), en los próximos años la competitividad de las exportaciones lácteas uruguayas quedaría muy comprometida.
En el caso de la carne bovina, el arancel aplicado es del 12%, lo que implica que, con un arancel reducido o nulo, Uruguay tendría una ventaja competitiva significativa respecto de las naciones exportadoras que no tengan un TLC con China. Y esto vale especialmente para Argentina y Brasil, que son los otros dos grandes proveedores chinos de carne bovina.
Otro aspecto importante es que, si bien China no habilita la importación de harina de soja porque prefiere importar poroto de soja para procesarlo en su propio territorio, con un TLC se podría habilitar un cupo de ingreso de ese producto, lo que facilitaría la concreción de inversiones en Uruguay orientadas a la industrialización de la oleaginosa.
La yerba mate, que para los asiáticos es un producto exótico y, como tal, cuenta con un gran potencial para posicionarse entre el público de altos ingresos de China, tiene un arancel de ingreso del 10%.
Otros productos con gran potencial de crecimiento también están gravados con aranceles, como es el caso de los fardos de alfalfa (7%) o la harina de maíz (9% dentro de una cuota de importación anual y 40% por fuera de dicha cuota).
La contrapartida de una mejora en la competitividad de las exportaciones agroindustriales es que Uruguay podrá tener acceso a vehículos, tecnología, maquinaria y equipos a un costo mucho más competitivo que el presente en el resto de sus pares del Mercosur.
China es el principal socio comercial de Uruguay. En el período enero-agosto de 2021 las ventas a ese destino acumularon un aumento interanual del 63% para situarse en 1568 millones de dólares. En este lapso, el principal producto de exportación fue la carne bovina, que ocupó el 60% del total exportado. La oferta exportable, se encuentra concentrada en pocos productos (siete productos son el 97% del total exportado).
En el primer semestre de 2022 las exportaciones uruguayas de bienes se dirigieron a 155 destinos diferentes para sumar 6057 millones de dólares (sin considerar las ventas realizadas desde zonas francas).China fue el principal destino de exportación con ventas por 1499 millones de dólares, una cifra 29% superior a la del primer semestre de 2021. Las ventas de carne bovina representaron el 60% de lo exportado hacia China, tras crecer 68% en la comparación interanual.
Las ventas de soja crecieron 38% en el mismo lapso y representaron el 15% del total, mientras que las colocaciones de subproductos cárnicos, tercer producto exportado hacia China, crecieron 40% interanual en enero-junio. Le siguen en importancia las exportaciones madera y productos lácteos.