La recomposición de la humedad necesaria para poder encarar las siembras invernales avanza en algunas regiones productivas argentinas, mientras que otras siguen esperando grandes volúmenes de precipitaciones que permitan revertir el déficit hídrico.
Buena parte de las regiones sudeste, sur y sudoeste de la provincia de Buenos Aires –donde se concentra tradicionalmente el grueso de la producción argentina de trigo y cebada– ya se encuentran con reservas adecuadas de humedad luego de las importantes lluvias ocurridas en las últimas semanas.
Lo mismo puede decirse de San Luis y el sudoeste de Córdoba, al igual que la zona central de Santa Fe y el centro-norte de Entre Ríos, junto con el NOA y parte del NEA.
La sequía, en cambio, persiste en el sector norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe, donde se requieren lluvias urgentes para poder comenzar a restablecer las condiciones de humedad mínimas para la siembra de cereales de invierno. También se requieren aportes de humedad en el norte de Córdoba y de Santa Fe, Chaco y sur de Santiago del Estero.
Esta semana, según la proyección realizada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), no se prevén precipitaciones importantes en las zonas afectadas de la zona pampeana, las cuales se focalizarían particularmente en el Litoral.
En tanto, el pronóstico tentativo para la semana que viene es un poco más auspicioso, dado que proyecta precipitaciones moderadas a abundantes en el norte de la región pampeana y el norte argentino.
Luego del desastre climático que liquidó una proporción considerable de las cosechas de trigo, cebada, soja y maíz, la mayor parte de las empresas agrícolas están urgidas por lograr una buena campaña fina 2023/24.
Para el transcurso del período de crecimiento de los cultivos de invierno en el presente año las condiciones climáticas serían más favorables ante la prevalencia de una fase ENSO Neutra que sería seguida por “El Niño”.