Comenzó la cuenta regresiva para la siembra de trigo y cebada 2023/24 en la Argentina y una importante zona productora sigue sin tener reservas adecuadas de humedad.
Se trata del norte de la región pampeana, que sigue sin reservas hídricas suficientes para poder encarar la campaña de granos finos 2023/24.
La cuestión es que los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no prevén precipitaciones importante en esa región al menos hasta el próximo 21 de abril.
La ventana de siembra óptima en el sector norte de la zona pampeana se extiende entre el último tramo de mayo y fines de junio, lo que implica que aún queda algo de tiempo para recomponer reservas.
De todas maneras, como las decisiones de siembra no se pueden tomar de un día para el otro, cada día que pasa sin lluvias “restauradoras” es un día más de duda sobre la conveniencia de apostar al trigo o la cebada luego de las enormes pérdidas económicas registradas en la campaña 2022/23.
El hecho de que, gracias a un sorpresivo impuestazo, venga en camino un aumento del valor de los fertilizantes, tampoco ayuda mucho a incentivar decisiones de siembra.
Las empresas mixtas de la zona comprometida, que cuentan tanto con agricultura como con ganadería, son las que están mostrando mayores capacidades defensivas en la actual coyuntura, mientras que las 100% agrícolas cuentan con mayores dificultades.
La incierta situación argentina, combinada con una creciente inestabilidad a escala global, están provocando una elevada volatilidad en los valores del trigo argentino 2023/24.
El contrato Trigo Rosario Diciembre 2023 del Matba Rofex, que había comenzado el presente año con precios superiores a 270 u$s/tonelada, llegó a tocar un “piso” de 230 u$s/tonelada el 23 de marzo para luego recuperarse en las últimas jornadas.