Hoy viernes, pocas horas después de que el presidente argentino Alberto Fernández dijera que la única solución para contener los precios internos de alimentos es subir las alícuotas de los derechos de exportación aplicados a productos agroindustriales, uno de los ministros del Poder Ejecuto salió a desmentirlo.
“Desde que asumí, la preocupación del presidente (Alberto Fernández) es el aumento de los alimentos para las y los argentinos. De ninguna manera se van aumentar las retenciones ni enviar un proyecto de ley”, apuntó el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, en su cuenta de Twitter.
Si bien la falta de coherencia presente en el gobierno argentino es algo usual, que dos mensajes completamente opuestos sean emitidos en un lapso tan corto de tiempo constituye probablemente un nuevo récord.
https://twitter.com/DominguezJul/status/1527675068549144578
El hecho es que Domínguez, a diferencia de Fernández, quien no tiene conocimientos sobre la dinámica del sector agropecuario, sabe que hablar sobre un aumento de derechos de exportación en cereales en pleno inicio de la campaña de siembra de trigo –que se extiende hasta el próximo mes de julio– no es precisamente la mejor idea.
Fernández, de todas maneras, mencionó que para concretar una suba de alícuotas de derechos de exportación debe recurrir al Congreso, lo que indica que no tendría, en principio, la intención de recurrir a un decreto.
De todas maneras, siempre podrá recurrir a innovaciones jurídicas, como el “Fondo Estabilizador del Trigo”, el cual, con la excusa de integrar un fideicomiso para subsidiar a molinos harineros, logró recientemente incrementar las retenciones vigentes sobre los productos del complejo sojero.